Capítulo 4

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Abigail Brawn

Tadeo aparta la mano en cuanto escucha mi leve grito.

-Lo siento, no me había fijado que aun te tenia sujeta- Dice Tadeo con un tono de verdadera culpa.

Sujeto mi muñeca con mi otra mano y la palpo con cuidado, en cuestión de segundos se me ha tornado muy roja, hago un asentimiento con mi cabeza en afirmativa de haber aceptado su disculpa.

-¿Me permites verla? - Retiro mi mano para dejar mi muñeca a la vista de Samantha, ella le proporciona una mala mirada a su hermano que pudo ser imperceptible para los demás, pero no para mí- Acompáñame, buscaremos que aplicarte para que deje de verse tan rojo.

Ella se encarga de hacérselo saber su familia y a mi madre, está ultima se ha comportado ajena a lo que ha pasado lo cual me sorprende, ella suele ser muy protectora.

Luego de que sus padres dieran su afirmación a su petición, Samantha sube las escaleras y yo voy tras ella, luego de encontrarnos en la segunda planta me fijo en el sin número de puertas que tiene este pasillo, Samanta abre la tercera puerta y se adentra en ella.

-Adelante Gail, pasa - Miro a mi alrededor y al no ver a nadie llego a la conclusión de que se refiere a mí, entro en la habitación y me deslumbro por lo preciosa que es, las paredes son de tonalidades azules y las mesitas, closet y demás son de tonos grises, sé que es su habitación, ya que la cama tiene su nombre gravado. - Mi hermano y su estúpida posesión por la nueva.

Frunzo mi ceño al no entender lo que ha dicho.

-¿A qué te refieres Samantha?

-Por favor dime Sam, yo te llamare Gail por el final de tu nombre, me gusta. -Me dice mientras entrar a lo que creo es el baño de la habitación y trae consigo un botiquín de primero auxilios, ya estando de vuelta, toma asiento en su cama y me hace señas para que haga lo mismo.

-Está bien, ¿A qué te refieres con lo que has dicho de Tadeo? - Vuelvo a preguntar porque en verdad quiero saber.

-Le gustaste Gail y ahora te va a querer para él- Me responde con simpleza - Se molestó cuando quise acercarme a ti, tanto así que olvido que te tenia sujeta y ejerció mucha fuerza.


Samantha Robinson en el inicio.

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