Capítulo 5

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Abigail Brawn

Lo que a dicho Sam me deja anonadada, por un lado me siento molesta por el comportamiento de Tadeo, sin embargo mi lado perra se encuentra dando brinquitos de alegría y excitación en mi interior al saber que llamé la atención de un chico tan sexi, mientras que mi yo razonable me susurra que estas personas son sumamente extrañas y debo huir de aquí lo más pronto posible.

Ella abre el botiquín y saca un tarro de crema de color verde, lo abre saca producto con sus dedos, me pide que le extienda mi brazo, lo cual hago; a mis fosas nasales llega un olor a menta y sé que se trata de la crema que Sam me está untando tan delicadamente en mi muñeca.

-Yo no le pertenezco a nadie Sam- Mi voz sale casi en un susurro pero con un tono seguro y serio, Samantha comienza a reír a carcajadas y yo la miro frunciendo el ceño al no entender que le hace tanta gracia; cuando termina usa su dedo índice para limpiar una lagrima imaginaria del rabillo de su ojo.

-Oh cariño, todas dicen eso y luego terminan en su cama en donde las coloca en distintas posiciones para complacerlas a ellas y así mismo; luego de eso las chicas lo siguen y hacen lo que pida como un perrito esperando un sexo oral como premio.- Me dice en un tono burlón.

-¡Suficiente! - Sam borra su sonrisa al escuchar a su hermano entrar en la habitación, y yo me tenso de solo pensar que ha escuchado lo que hemos conversado. - Abigail, ¿puedes retirarte y dirigirte por si sola al patio trasero?, debo hablar con mi hermanita.

Sam me da una mirada apenada y me con un asentimiento de cabeza entiendo que puedo irme, aunque no quiera dejarla sola, no sé qué pueda hacerle este tipo.

Me levanto de la cama, le agradezco a Sam por ayudarme y me retiro de la habitación sin mirar a Tadeo, al encontrarme de nuevo en el pasillo, escucho como la puerta de la habitación de Sam es cerrada con un portazo.

Bajo las escaleras lo más rápido que puedo y busco como puedo la salida al patio trasero, quiero irme de este lugar lo más pronto posible.


Habitación de Samantha Robinson en el inicio.

El FestínWhere stories live. Discover now