Prólogo.

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Él era mi amigo de la infancia, era tan especial. Él era el más inteligente del pueblo, más que cualquier otro niño y hasta podía asegurar que del mundo entero. Todo él era una peculiaridad, tan gentil y atento con cualquier Ser que se le cruzara en su camino. Todos lo querían en el pueblo, todos lo llamaban buscando su calidez y ayuda que solo un niño bendecido con tales habilidades podría cumplir. Tenía doce años en aquel entonces. Era rubio, el rubio más brillante que mis ojos pudieran haber disfrutado. Y sus ojos, no puedo describir tal maravilla, eran sencillamente azules frescos y vibrantes, los ojos más gentiles y hermosos del mundo. Todo él era bondadoso y virtuoso, él podría realizar cualquier cosa con una creatividad y eficacia como nadie más. Sin duda era el niño más querido del pueblo, todos éramos su familia, pues él creció sin una, pero a pesar de ello, creció y sobrevivió lleno de luz y bendiciones. Pues aunque la vida le puso una única prueba al inicio, él nunca perdió las ganas por vivir y venció el hecho de no poder comunicarse como los demás, pero a pesar de eso, él siempre brilló en todo lo que hacía y a donde iba. 

Él era como mi hermano mayor pues crecimos juntos, tan juntos como si la vida nos uniera por un cordón invisible que hacía que no pudiéramos separarnos cuando niños. Hasta aquel día, aquel día en donde ese cordón que pensaba era irrompible, se quemó por completo y dejó que el viento que soplaba aquella tarde, nos llevara por caminos distintos y extraños, dejándonos a millones de kilómetros de distancia. Aquel día en donde su sueño por fin se cumplió y el mío se rompió, dejando una dolorosa ruptura en mi alma más grande que las heridas que mi padrastro me provocaba. Aquel día, su sueño de convertirse en un espadachín de la realeza se había cumplido, mientras que el mío moría con su partida, aquel sueño iluso de estar con él algún día...Él se había ido dejándome una carta, la primera carta que pude haber recibido en mis tristes días sin él, y un beso... Un cálido beso en mi mejilla que perduró hasta ahora, ahora que han pasado tantos años sin él. Esperando el día donde él vuelva y yo pueda desahogar las lágrimas que no pude llorarle. Ahora que mi corazón tanto clama por él.

El calor de su corazón (Link y tu) ✧⁠*EN PROCESO✧⁠*Where stories live. Discover now