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VI

Estaba furioso, jodidamente furioso, los padres de su amado Pino habían encontrado una manera de marcharse antes de Halloween, eso le cabreaba en demasía. No le quedaba otra opción, ese mismo día poseería el cuerpo del pequeño para mantenerlo hasta el 31 de octubre para completar el ritual. Solo necesitaba obtener el permiso del niño, lo cual, sería fácil.

Ese día Mabel planeaba organizar una ópera de marionetas para impresionar a un nuevo crush, por lo que se había acercado cautelosamente a ella.

-Oye Mabel –La niña se sobresaltó al escuchar a Bill. Un le tenía miedo por lo que había pasado hace unos días.

- ¿Qué es lo que quieres? –Preguntó con desconfianza.

-Umm, yo solo quería... disculparme –Mabel quedó atónita.

- ¿Disculparte?

-La verdad es que yo... emmm... yo en realidad soy... -Su actitud se volvió indecisa, atrayendo la atención de Mabel y dejando atrás su miedo.

- ¿Tu eres?

-Yo soy en realidad... un espíritu del bosque...uno muy antiguo -Soltó y Mabel quedo en Shock.

- ¿Un espíritu del bosque? –Bill asintió seriamente.

-No le digas de esto a nadie, eso me traería problemas.

-Ya veo

-Sí, tengo algunos poderes para manipular el bosque, es por eso que viste eso. Lo siento de verdad.

- ¿Por qué me lo dices ahora y a mí? ¿No es Dipper tu mejor amigo? –Bill negó.

-No quiero que se vuelva loco de emoción y comience a gritar, sabes que adora lo sobrenatural. –Dijo con tristeza –Además, él es mi primer amigo después de siglos. Me dolería perderlo.

-Pero ese no es motivo, si lo hablas con él estoy seguro que lo entenderá. –Animó.

- ¿Tú lo crees?

- ¡Sí, estoy segura? –Animó y Bill sonrió para sus adentros.

-Una cosa más, ¿Necesitas ayuda con eso? –Dijo señalando a las marionetas.

-No realmente, ya he terminado –Contestó volviendo a lo suyo. No prestó atención a las acciones de Bill.

-Te han quedado tan bien, será un éxito tu espectáculo.

- ¿Tu lo crees?

-Definitivamente. Bueno, me voy, si necesitas algo, puedes llamarme. –Dicho esto, salió de la habitación. Al cerrar la puerta, una sonrisa de psicópata se hizo presente en el rostro de Bill. –Jajajaja, que niña más tonta, se tragó toda la mentira. Bueno es hora de comenzar el plan. –Pensó mirando el muñeco que había tomado, era idéntico a Dipper.

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- ¿Ya me dirás a donde me llevas? –Preguntó Dipper por milésima vez desde que le vendó los ojos y le dijo que le tenía una sorpresa.

-Está bien, pero primero, sostén esto –Dijo colocándole la marioneta en una de sus manos.

- ¿Huh, que es Bill?

-Nada, solo es mi regalo, puedes abrir los ojos. –Dipper abrió los ojos lentamente, estaban dentro del bosque, precisamente en un claro, en el centro había una estatua en forma de triangula, esta extendía su mano. A su alrededor había muchas flores, mariposas revoloteaban de un lado a otro. Era una escena simplemente hermosa.