- La prueba es sencilla, jóvenes. Quién no logré escapar, se quedará castigado lo que resta del mes.
- ¿Escapar? ¿Es la única forma de ganar?
- Bueno... lo verán por ustedes mismos.
Eraserhead debe mantener ocupados a sus alumnos.
Pero como A...
— Nadie, Nagi~ —tocaron la puerta, otra vez. Así que fingi no oír nada, aunque el peliceleste me estuviera viendo molesto con los brazos cruzados.
— Aoi...
Volvieron a tocar.
— Que no es nadie.
— Abre la puerta.
Maldije sin miedo a que me oyera. Molesta.
Al instante, nuevos golpes se escucharon a través de esta, haciéndome suspirar en derrota.
Abrí, como Nagi me pidió, y revelé el cuerpo de Asano a los demás.
Maldito insistente.
— Ohime-
— ¿Que haces aquí? —preguntó Karma.
Asano sonrió de forma coqueta, o lo intentó, ignorando la pregunta del pelirrojo. Más concentrado en mirarme a mí.
Por eso no quería abrirle.
— También te extrañe, Ohimesama.
— No eres mi tipo. —dije sin rodeos.
¿Que no entiende que NO es NO? ¡Hay muchos peces en el mar! No quiero este.
Nop. Me niego.
— Asano Gakushū–kun. —suspiré de alivio por la interrupción.
Karma al rescate~
— No me gusta que me ignores, Asano–kun.
— No me gustas, Akabane–san.
Para fingir indiferencia, observé mi celular mientras me adentraba a la sala.
Es de cobardes huir, pero a veces debes dejar de lado el orgullo y hacer una retirada estratégica. Si Asano está de por medio, no me importaría tirarme desde un rascacielos.
Las cosas como son.
— ¿Cómo diste con la dirección? —oí que Nagisa preguntó.
Ay mi Nagi, es tan amable. Seguro dejó pasar a la sanguijuela.
— No es la primera vez que visito a la Familia Aizawa. —eso es cierto. — Hablé con Aizawa Shōta–san y me dió permiso de pasar la noche.
¡Tío traicionero!
Lo único bueno de esto, es que dormiré con los chicos y Asano estará solo.
Si... ¡Ah, maldición!
¡Te odio, Asano Gakushū!
...
Aoi logro pasar desapercibida y consiguió esconderse en la habitación del único adulto –no presente– en la casa.
Los tres chicos se dieron cuenta de ello y dejaron de fingir normalidad entre ellos. La puerta de entrada fue cerrada, dando pase a un ambiente serio que resulta muy familiar para Karma.
Sobretodo, la mirada fulminante de Asano sobre ellos.
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