Lava Rose || BNHA

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     Sonreí para no reír, disfrutando del miedo que ahora me tiene mi tío favorito.

La razón es sencilla: sabe nuestro secreto.

El secreto mejor guardado de la Academia Kunugigaoka.

No hubo necesidad de crear más disturbios a nuestro alrededor, siquiera le tomó averiguar una semana lo que el inútil del viejo no sabe y pasa por alto a diario.

Encontró la razón detrás de nuestras travesuras.

— Tío Shōta~

     Disfruto tanto de verlo alerta a cada uno de nuestros movimientos, analizando lo que decimos y cómo actuamos, buscando pistas donde no las hay.

Es muy divertido enloquecer a las persona.

— El desayuno está listo, tío Shōta. —la única respuesta que obtuve, fue su huida. — Tch. Tío, no actúes como un cobarde. Te hace ver menos cool.

     Encogí mis hombros.

Llamé a mis amigos y una vez todos en la mesa, comenzamos a desayunar.

— ¿Que haremos hoy? —pregunté.

     Aunque el plan fue reducido debido a la inteligencia de mi tío, aún quedan partes sin completar.

Y necesito actividad física.

— Ritsu nos hizo el favor de hackear el dispositivo de seguridad, —comenzó a decir Nagisa. — ya podemos salir a ver la ciudad.

— Genial.

— Leí que el barrio de Kamino tiene una tienda friki muy popular, quiero ir. Seguro encontramos cosas de ‹ Sonic Ninja ›. —dijo el pelirrojo, jugando con los hielos en su vaso. — También... quiero ver la zona destrozada, donde All Might dio su última pelea. —hay un poco de seriedad en su voz, pero conociendo a Karma debe traer algo entre manos.

— No creo que podamos acercarnos mucho.

— Vamos Nagisa~ tú y Aoi pueden "entrar" sin ser detectados. —al hacer las comillas con sus dedos, supe que se refería a nuestro kosei. — Ustedes son muy útiles para el espionaje.

— Olvídalo, —dije al instante, dejando los palillos sobre mi plato vacío. — habrá mucho concreto y mezcla de residuos tóxicos. Mis flores no podrán crecer en ese entorno, y si lo hacen llamarán la atención al instante. ¿Una flor intacta dentro de tanto desorden, sin ser vista antes? Hasta yo sospecharía. Eres listo, debes haber pensado antes en esa posibilidad, idiota.

     A Karma no le gustó mi reprimenda, porque sabe que tengo razón.

Así que cambió de objetivo.

— Nagisa...

— Lo haré.

— ¡Ese es mi chico!

     Cohibido, apartó la mirada del pelirrojo. Que lindos son a veces~

Cuando no se ponen en plan yaoi hard en vivo.

Ayudé a Karma a llevar los platos a la cocina, reparada por cierto. Se ve mejor que antes, aún oliendo a pintura fresca. Eso me hace sentir en casa, pues mamá tiene una obsesión por pintar las paredes al menos una vez por semana.

Vaya loca.

— Kamino queda a dos horas de viaje, —dije, navegando en el celular mientras ellos lavan los platos. — al menos uno de nosotros debe quedarse, de lo contrario, si Tío Shōta llega temprano y no nos ve, tendrá una razón para castigarnos.