Estaba tan metida en mi cabeza que no fui consciente cuando alguien se sentó a mi lado, ya se quién es, no necesito girarme para averiguarlo.

—¿Qué quieres, TaeHyung?, ¿No fue suficiente ya molestarme en la habitación?—ni me molesto en mirarlo pero veo de reojo como una pequeña sonrisa se asoma por la comisura de sus labios—¿Qué te da tanta gracia, cabrón?—espeté enojada por su actitud.

—Tranquila fiera, te quería preguntar algo—pasa su lengua por el labio inferior y me mira—me enteré por los chicos que JungKook te abandonó por una tía, ¿Tienes dónde quedarte a dormir?—¿Por qué de repente se preocupa por mi? Si este tío se piensa que voy a tener sexo con él está muy equivocado.

—No tendré sexo contigo, Kim—ahora si me giré para encararlo y su cara de sorpresa me hizo sonreír, él no se esperó que lo llamara por su apellido, obviamente para saberlo le pregunté a JiMin, hay que estar siempre preparada.

—¿Cómo sabes mi apellido?

—Tengo mis contactos, querido—hago un gesto de suficiencia con mi mano y nos reímos, la primera vez en la noche que me río así.

—Preciosa, no voy a dejarte sola en la madrugada y más con estos animales borrachos, puedes venir a dormir a mi casa, no voy a hacerte nada que no quieras—me miró fijo y me sonrió sin mostrar sus dientes, tierno.

—¿Puedo confiar en ti?

—Puedes confiar en mi Hyun Su, no soy un psicópata—se rió y se levantó del banco, me tendió su mano y dudosa la acepté.

Caminamos hasta su auto, me abrió la puerta del copiloto y entré, él dio la vuelta y subió, prendió el auto y arrancó a su casa.

Me apoyo en el vidrio de la ventana mientras puedo apreciar las luces de Seúl, la noche se encuentra espectacular, estrellas adornan el cielo y la brisa que entra por la ventana abierta es refrescante.

Cuando me aburrí de mirar, giro mi cabeza y me encuentro a un TaeHyung serio, con una mano apoyada en el volante, su otro brazo estaba doblado y apoyado en la ventana, una verdadera obra de arte.

Tengo que admitir que es un hombre muy apuesto, sus facciones son delicadas y duras a la vez, su postura y forma de caminar reflejan poder y un caracter dominante, cosa que es sensual y atractivo en un hombre.

Él llama la atención de hombres y mujeres, ¿Y qué es lo mejor de todo esto? Que él lo sabe.

Cuando me pilla mirándolo me sonríe ladino y yo doy vuelta mi cabeza para fingir que estaba mirando al paisaje y no a él.

Él se ríe con su voz ronca y mis piernas tiemblan ligeramente, Dios Su contrólate.

—Una foto dura más, cariño—se gira hacia mi y pone un mechón suelto detrás de mi oreja, acción que me puso nerviosa automáticamente.

—¿De qué hablas?—fingí que no sabía lo que decía y puse cara de confundida.

—Su, no soy ciego ni tonto, te vi de reojo como me mirabas, te puedo dar un pañuelo para limpiarte la saliva, si lo deseas—me guiñó un ojo y yo quería que la tierra me tragara, literalmente.

—Y-yo...

—Tranquila, no tiene nada de malo, además, es obvio que me vas a mirar de esa manera, sé que te mueres por mi pero te esfuerzas en hacerte la difícil—se acercó a mi oído—¿Pero te confieso algo? Me gustan los retos—ronroneó en mi oído y creí que podía morirme allí, él se alejó con una sonrisa en su rostro, no puedo permitir que tenga ese poder en mi, solo necesito un poco de autocontrol.

Prohibitorum-K.TH +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora