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—¿Era tu novio?
Minju se abofeteó mentalmente y se aguantó las ganas de hacerlo realmente por haber olvidado completamente la existencia de su madre y su presencia en el hogar. Sabía que su día estaba siendo demasiado bueno hasta ahora, era raro que algo malo no hubiese pasado ya.
—¿Importa? —levantó las cejas caminando hacia las escaleras para poder ir a encerrarse a su habitación.
—Sí.
La pelinegra detuvo su andar para voltearse a mirar a su madre, quien estaba sentada en el sofá viendo televisión, pero claramente tenía toda su atención puesta en ella. Tomó el control remoto y la apagó para que el sonido de esta no la desconcentrara.
—¿Me vas a decir? —preguntó luego de unos minutos de incómodo silencio.
—¿Por qué de repente te importa todo lo que me pasa?
—Minju —la mencionada por fin la miró a los ojos. La mayor había estado pensando en la última conversación que había tenido con su hija y cómo había reaccionado ante sus palabras.
Ella tenía razón; ella solo pensaba en lo mal que lo había pasado ella, pero no en todo lo que había hecho sufrir a Minju a causa de su egoísmo. Se sintió estúpida por haberse quejado del trato que le dieron sus padres sin darse cuenta que ella estaba haciendo lo mismo o peor.
Ella no creció a base de maltratos sin justificación, insultos y regaños como Minju lo hizo; sus padres siempre le dieron todo el cariño y apoyo que un niño necesita, ya cuando era más grande y estaba embarazada le dieron la espalda.
Había reflexionado, aunque no lo pareciera. Estaba haciendo todo mal y quería solucionarlo de alguna manera aunque pareciera casi imposible.
—Escucha, sé que quizás me guardes rencor o algo así, pero... solo quería pedirte perdón—Minju se sorprendió y la miró aturdida. Esperaba un regaño por parte de su madre por haber estado con Beomgyu, nunca una disculpa.
Estuvo unos segundos observando su expresión para saber si hablaba en serio o no, pero al notar que realmente estaba siendo sincera, guardó silencio y esperó a que ella tomara la palabra de nuevo.
—Y tienes razón, actué egoístamente al pensar solo en mí y no en ti —se aclaró la garganta —. Ahora, muchos años más tarde de lo debido, me doy cuenta de todas las cosas que hice mal; nunca debí destacar tus defectos y regañarte hasta por respirar. Me quejo de lo mal padres que fueron los míos al dejarme sola estando embarazada, pero... no pensé en que tanto sufrías tu por lo que yo hacía.
La chica frunció los labios mirando atentamente a su madre. Se le hacía extraño que le pidiera perdón cuando parecía no haberle importado mucho lo que ella le dijo anteriormente.
Y si, sabía que las personas podían cambiar su manera de ser o pensar, pero el cambio tan brusco de su mamá le había tomado por sorpresa. Por esa razón no sabía muy bien cómo reaccionar o qué decirle.
—Hice mal mi trabajo como madre, y te quiero pedir perdón por todos los malos ratos que te hice pasar. Entiendo si me dices que no puedes hacerlo, porque han sido más de diecisiete años en los que solo te he tratado mal, pero-
—No es fácil hacerlo —la interrumpió —. En serio te quiero mamá. Aún cuando me hiciste sentir como si no valiera nada, porque aunque me trataras mal, al fin y al cabo eres mi mamá —hizo una mueca al recordar todas las veces que se encerró a llorar por las crueles palabras que salían de la boca de la mujer que le dió la vids —. Antes en serio creía que me merecía todas y cada una de las cosas que hacías y decías, que hacías todo eso por mi bien. Me trataba de convencer de que era una mala hija y que la manera en la que me tratabas era la correcta, pero... ahora crecí y veo que no es así.
La mayor le prestaba total atención a sus palabras, sintiendo como una presión aparecía en su pecho al verla con los ojos llorosos. Eso jamás le había pasado antes al verla en un estado de debilidad.
¿Qué clase de monstruo había sido todo este tiempo con su hija como para recién venir a sentir empatía por ella?
—No sé si pueda perdonarte tan pronto porque es complicado hacerlo así tan de repente —la mayor asintió, de cierto modo, comprendía a su hija. No podía pedirle nada pues ella es la que está equivocada. La pelinegra recordó algo y no dudó en preguntar —. ¿Qué vas a hacer con el tema de las drogas?
—No lo sé —frunció el ceño y apretó los labios, formando una línea recta con estos —. No siento que sea tan dependiente de ellas como otras personas, pero tengo miedo de que mi cuerpo las necesite en algún momento y recaiga. Quiero dejarlas, porque es una estupidez haberme metido en eso. Es un maldito círculo vicioso del que me quiero deshacer lo más pronto posible, pero no puedo por mi misma.
—¿Vas a ir... a algún centro de rehabilitación o algo así? —la mujer asintió no muy segura. No le gustaba la idea de estar rodeada de gente que no conocía y que probablemente esté peor que ella, pero quería y debía salir de ese mal hábito antes de que empeorara —. ¿Que pasará conmigo?
—¿Eres capaz de quedarte sola? —Minju lo pensó. Creció prácticamente sola, su madre nunca estuvo para ella y no tenía una figura paterna. Las cosas no cambiarían mucho en su día a día —. Después de todo no queda mucho para que cumplas la mayoría de edad.
—Supongo que sí, está bien por mí —alzó los hombros —. Solo quiero que dejes esa basura antes de que algo malo ocurra.
—En serio espero que puedas perdonarme algún día, Minju —la menor la observó ante su repentino cambio de tema, pero simplemente le sonrió sin mostrar sus dientes.
—Dejémosle las cosas al tiempo. El decidirá que sucederá.
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ola gente, no sé que es esto pero no pasó nada grave, tenemos a minju viva todavía 👍👍👍
se suponía que iba a terminar la edición de la historia antes de 2022 pero parece que no se va a poder jdksjf
que alguien me saque de chile por favor se los ruego no soporto el calor
