BUTTERFLY [Jamie C.Bower] (Terminada)

Capítulo 18: "El corazón quiere lo que quiere"

Cerró dando un portazo y puso las manos en su estómago acurrucándose en la cama. El pecho de Kate subía y bajaba con dificultad debido a los espasmos producidos por el llanto.

No daba crédito a lo que acababa de hacer. Salió corriendo del departamento de Kevin tras gritarle. Él no se merecía eso, pero Jamie llegó, la obligó a intervenir. Sin embargó su valentía duro poco y como siempre terminó huyendo. Las palabras de Jamie sonaban tan claras en su mente, no podía culparlo por lo que dijo, la única culpable ahí era ella. La tristeza de Kevin y la decepción en los ojos de Jamie la lastimaban más que cualquier tipo de humillación que pudieran hacerle.

Las sacudidas empezaron a ser cada vez menos constantes, las lágrimas lentamente desaparecieron dejando un rastro salado en sus mejillas.

Abatida, se levantó de la cama para dirigirse a la ducha. Después de terminar, se sentó al borde de la cama para secar su cabello.

Sabía que se había comportado como una demente, ni siquiera le importó que iba descalza. Se dio cuenta cuando estuvo sentada en el taxi camino a su hotel. Ya nada importaba, sólo tenía una opción, irse. Poner tierra de por medio, y talvez algún día regresar, cuándo pasara suficiente tiempo para que la perdonaran. La historia de su vida: huir.

Abrió una maleta, la colocó encima de la cama y se dispuso a vaciar su closet, observó por un minuto su reflejo proyectado en el espejo. Sus ojos estaban hinchados y su nariz enrojecida, tenía unas enormes ojeras. Sin duda se veía horrible, pero no le preocupó, no iba a despedirse de nadie, saldría directamente rumbo al aeropuerto. Le dolía irse sin decir adiós, pero era lo mejor para todos. Por lo menos aún le quedaban fuerzas para marcharse.

Hubo un leve golpeteo en la puerta.

_Maldición_ murmuró. Kevin la había seguido, muy típico de él "llegar a proteger a su amada" como se burló Jamie. Ignoró el llamado, no estaba en condiciones para recibir a nadie.

Los golpes sonaron más fuertes.

_Vete_ dijo en voz baja_ No voy abrir.

El sonido de los nudillos sobre la puerta cambió, ahora estaba tocando con el puño con más fuerza de la necesaria. Temerosa del bullicio que podía originarse, decidió salir. Se acomodó la toalla, sujetándola con fuerza sobre su pecho y abrió.

_Hola_ saludó Jamie._ Tenemos que hablar.

_No gracias._ Kate musitó sorprendida por su actitud exigente. Jamie tenía ese color hielo en los ojos cada vez que estaba enfadado; si quería una oportunidad para seguir despreciándola no iba a dársela; suficiente dolor se habían causado ambos. Empezó a cerrar la puerta y Jamie la bloqueó con su zapato.

_No voy a irme de aquí._ afirmó él. Sus ojos adquirieron una nueva determinación.

Kate suspiró cansada. Él no iba a rendirse.

_Fuiste bastante claro la última vez._ pronunció desinteresada para desalentarlo.

_No lo creo._ empujó levemente la puerta metiendo medio cuerpo en la habitación. Kate se dio por vencida.

_Está bien, dilo. Supongo que será mejor acabar con esto de una vez por todas.

Jamie avanzó en la habitación mirando alrededor, era la primera vez que se encontraba allí. No sólo porque ella ya había cambiado dos veces de hotel, sino porque siempre se había negado a invitarlo.

La ropa desordenada en la cama le llamó la atención.

>> ¿Y bien? _insistió Kate._ ¿Qué quieres?

_ ¿Qué... qué es esto?_ preguntó alertado por el bulto bajo el montón de prendas.

_Mi ropa_ le contestó tratando de mantener un tono casual. Él la observó en silencio con una expresión indescifrable.