-Démonos prisa

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-¡Por poco! –Exclamó Dipper al cerrar la puerta, la lluvia comenzó a caer apenas llegaron a la cabaña. –Siéntete cómodo.

-Hacía tiempo que no entraba aquí. –Suspiró Bill.

-¿No seguiste viniendo después de que nos fuimos? –Bill negó con la cabeza.

-Un día después de que ustedes se fueron, mis padres y yo tuvimos que irnos del pueblo. Cada verano durante 3 años trataba de regresar para verte, pero nunca volvieron, por lo que resignado a que ya no volverías, cada que preguntaba a tus tíos por ti, se portaban groseros o me ignoraban, ya no le insistí a mis padres y nos fuimos para Canadá permanentemente, pero escuchamos la noticia de tus tíos gracias a los noroeste. Regresamos apenas hace un par de horas. De verdad lamento mucho lo de tus tíos.

-Oh, ¿De verdad? De verdad lo lamento Bill, si tan solo Mabel no hubiera... –Habló Dipper con tristeza. Bill rió y Dipper lo miró extrañado.

-No has cambiado en lo absoluto. ¿Sigues siendo el mismo nerd amante de los misterios? –Cambió de tema, haciendo que Dipper frunciera el ceño. –Oh vamos, nos hicimos muy buenos amigos hace 10 años. Lamento que no haya tenido contacto contigo pero

-Bill, lo siento, la verdad hay muchas cosas que no recuerdo, ni siquiera recuerdo como pasó lo de Mabel, el accidente y porqué mis padres enloquecieron... cuando menciono a Mabel todos cambian de tema, por favor Bill, ¿Sabes algo? Mi recuerdo más cercano que tengo es el momento en el que desperté en una cama de hospital. –Su mirada era suplicante.

-Dipper... si no, si no recuerdas no es bueno que fuerces tu mente, si sufriste algún tipo de trauma en la cabeza o amnesia, no es bueno forzar los recuerdos a veces. –Intentó calmar Bill al verla desesperación del castaño.

-Lo siento... es que... han pasado tantas cosas, mis padres no me hablan de lo que pasó, por qué ya no volvimos más y ahora la muerte de los tíos, se que tenía que venir a aclarar algunas cosas, pero... -Dudó si contarle o no, quizás lo tomaría de a loco como todos sus amigos, pero era Bill, ¿No había sido su amigo de la infancia? O al menos eso afirmaba el rubio, tenía una mirada que lo hacía confiar en él. -Pero creo que solo ha empeorado, me siento observado, veo cosas y... ¿Sabes qué? Olvídalo, no quiero que pienses que estoy loco como todos creen.

-En lo absoluto, tú y yo sabemos, desde la primera vez que nos conocimos, que este pueblo es algo extraño. –Dipper sonrió, por algo habían sido buenos amigos.

-Gracias Bill, espero que pasando tiempo contigo recuerde nuestro tiempo juntos.

-Sabes, siempre he creído que lo más extraño esta en el bosque, quizás si vamos allí, encontremos respuestas. -Un fuerte ruido lo sobresaltó a ambos, el fuerte viento había abierto una ventana, la cual se azotó contra la pared, por suerte no se había roto, pero la lluvia y el viento entraban con fuerza, con la ayuda de Bill la cerraron con dificultad.

-Demonios, entro mucha agua, ¿Qué me estabas diciendo?

-Vayamos a buscar pistas al bosque, estoy completamente seguro que hay algo allá –Habló con seriedad.

-No lo sé Bill, algo me dice que no debería ir allá –Dijo Dipper con duda, rascándose la nuca.

-Entiendo si no quieres ir, yo iré, si quieres acompañarme, estaré en la entrada del bosque a las 8 de la mañana el 30 de octubre. Halloween es perfecto para que lo sobrenatural se manifieste.

-Yo... lo pensaré, claro que quiero respuestas, pero tengo un mal presentimiento.

-No te preocupes Dipper, si algo pasa, yo te protegeré. –Dipper se sonrojó ligeramente.

-¡No soy ningún debilucho! –Se defendió y Bill rió ligeramente.

-Pero es que mírate, eres tan pequeño y delgado. –Era cierto, Dipper era al menos 10 cm más bajo que Bill, era bastante esbelto a comparación del musculoso cuerpo del rubio, era muy apuesto y varonil. Un sonrojo más intenso se hizo presente al darse cuenta de sus pensamientos.

-Tonto –Un suave golpe en el brazo le fue propinado a Bill.

-¿A eso le llamas golpe?

-Guarda silencio si no quieres que te eche de la cabaña a mitad de tormenta.

-¿Crees poder hacerlo?

-¡Bill!

-Ya, ya, bromeo. ¿Quieres que te ayude a preparar la cena?

-Oh, es verdad, revisare en la cocina si mis tíos dejaron algo... -Su mirada se tornó triste.

-¿Oye que tienes aquí? –Bill apuntó a un punto en el pecho del castaño.

-¿Eh? –Se agachó y un golpe le fue dado en su nariz

-Ja, caíste –Dipper lo miró seriamente antes de soltar una carcajada.

-Sigues siendo un inmaduro Bill... -Dipper abrió los ojos sorprendido.

-Creo que los recuerdos comienzan a regresar. –Bill sonreía ante ello, había logrado distraer un poco al castaño. Quien feliz se dirigió a la cocina a preparar la cena de ambos, dejando a Bill solo en la sala.

-Ah~ definitivamente tu eres el indicado mi pequeño pino –Pensó relamiéndose los labios antes de dirigirse a la cocina.

De tin Marín de do pingüe

Tómala ya de los pies

Y nunca la dejes ir

De tin Marín de do pingüe

Tu madre dijo: elige una perfecta

Y  soy YO

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