S U M U L Y E O S E O T

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El sol cada vez le faltaba menos para esconderse en el horizonte y darle paso a la luna para cumplir su parte del día. Todavía los débiles rayos que estaban presentes en la tarde alumbraban a los tres omegas que jugueteaban en plena calle entre broma y broma. De improvisto habían tenido una pequeña salida cuando Yang y Lee salieron a la misma hora de la empresa y Han se encontraba esperando por ellos. Había sido divertido, Felix estuvo bastante tiempo riendo por las absurdas ocurrencias de sus amigos y chistes que se lanzaban con gracia.

Transcurrieron tres días desde que Changbin se había declarado al pecoso y él lo acepto cuando le pidieron cortejarlo. Desde entonces su sonrisa no había sido derrumbada por más que alguien quisiera proponerse hacerla desaparecer. Sentía que nadie podía arrebatarle la felicidad que sentía gracias por el alfa de baja estatura.

En su cuello yacía puesto un resplandeciente collar que portaba con un símbolo de luna, algo simplemente precioso. Ese era el obsequio que le fue entregado al día siguiente de su primera cita, cuando Seo apareció de sorpresa frente a su casa con aquella cajita amarilla en sus manos. Felix realmente no había siquiera imaginado un presente como el collar lo era, simplemente le parecía mucho para su sencilla persona pero Changbin le dijo dulces palabras que con tan solo recordarlas su rostro de tornaba rojo con fervor y llenado de alegría lo acepto.

De pronto su celular comenzó a sonar constantemente, intrigando no solo al dueño del aparato sino también a sus amigos que se colaron a su espalda, uno a cada lado suyo para curiosear los chat del omega australiano.

Por supuesto, fue Changbin quien le habló. Emocionado le contaba a través de varios mensajes una no tan pequeña locura que cometió horas antes. Felix se confundió ciertamente y sin lograr preguntar de qué trataba aquella locura un vídeo le llegó el cual enfocaba a la pequeña cachorra negra que conoció en el café del otro día. Finalmente Changbin no pudo contenerse y tras unos pocos papeleos adoptó a la perrita.

-¡Dios mío!- chilló con alegría sin responder mensaje alguno-, adoptó a Eunnie. ¡Que linda se ve!

-Un momento Lix, ¿Quién es Eunnie?- indagó Jeongin desconcertado sobre el tema que emocionaba a su primo.

-¡Miren, mi hombre está con Bin!- exclamó Jisung observando con más detalle como Minho aparecía en el acercándose a la mascota sin llegar a acariciarla-. Que guapo se ve mi alfa.

-¡Vamos a ver a Changbin hyung!- pidió Felix ahora formando un puchero para convencer a sus amigos-. ¡Quiero ver a Eunnie!

-¡Claro, vámonos!

Lo único que necesitó fue la respuesta de Jisung, quien únicamente acepto por ir con su alfa, por lo que ambos arrastraron a Jeongin que no dejaba de cuestionarle a Felix su increíble naturalidad para sentirse tan confiado con Seo como para autoinvitarse a la casa del alfa.

Tomaron el primer bus que los llevo a la residencia de Changbin en el cual no tardaron más de diez minutos en llegar. Jisung emocionado llamo al par de alfas y al instante Minho apareció abriendo la puerta y alzando a su omega en brazos dejando sus pies colgando en el aire por el abrazo que le daba. Jeongin literalmente ignoro a la pareja y entró tras ellos saludando a Changbin de paso quien permanecía en la puerta observando al chico pecoso que lo traía simplemente loco de amor.

-Hola Bokkie- lo saludó tomando entre sus manos el rostro del menor para plantearle un suave besito en cada una de sus mejillas.

-Hola Binnie hyung- respondió alzando su cabeza para seguir recibiendo besos del alfa, esta vez en su cabeza y nariz-. Así que, alguien adoptó a Eunnie ¿No es así?

-Vamos a verla Lix, estabamos jugando.

Felix asintió por lo que entraron ambos formando una pequeña batalla por Eunnie, que Jeongin por una parte no dejaba ir, Felix no dejaba de mimar y Changbin solo rogaba por tenerla en sus brazos, los tres olvidando a Minho y Jisung quienes se encontraban en su pequeña burbuja de amor agradeciendo de no ser interrumpidos.

. . .

-¿Por qué fuiste a adoptarla?- preguntó el omega acostado junto a Changbin en la cama, reposando su cabeza en el pecho del alfa mientras veía como la cachorra descansaba a sus pies.

-Es que la sentí como si fuera mi familia, parece que conectamos bien que no pude resistirme- le respondió mientras le brindaba suaves caricias en la espalda del omega tal como si sus manos fueran plumas, que trataban a su cuerpo con la mayor delicadeza existente, con miedo de poder arruinarlo.

-Hyung, gracias por dejarme quedarme aquí está noche- agradeció enterrando su cabeza en la curvatura del cuello y hombro de Bin, sintiéndose complacido por estar con el alfa.

-Yo estoy agradecido de dormir contigo esta noche precioso, aunque Jeongin me haya querido matar- bromeó. Ciertamente, luego de pasar el resto de la tarde con los chicos, cuando Minho ofreció llevar a los primos a sus respectivos hogares, Seo y Felix se negaron, comentando que ambos dormirían ahí está noche recibiendo las quejas y amenazas de un Jeongin celoso por el arrebato, como el menor había decidido nombrarlo, de Felix.

-Estoy seguro que a penas vea a Hyunjin hyung se le olvidará todo.

Changbin agachó su mirada, queriendo conectarla con la del menor al tocar su mejilla. Felix abrió sus ojos, sonriendo al ver como el alfa lo observaba con dulzura que sus mismos ojos le transmitían. De forma inconsciente ambos se acercaron más al contrario, fundiéndose en sus sentimientos, en su gusto por compartir el momento solo con ellos, sintiéndose seguros.

El alfa con lentitud guío sus labios hacia la frente del pecoso, dejando un suave y corto beso ahí que terminó debido a que Felix había subido su mirada para detallar la boca del mayor, dejando ambos labios en busca de contacto con tan poca separación entre estos, con la puerta abierta hacia la tentación.

-¿Puedo besarte, Felix?- preguntó a penas en un susurro, procurando no pasar el límite sin obtener el consentimiento para permitirse robarle un beso.

La respuesta no fue ninguna palabra, ni menos algún asentimiento. Felix agarró la polera del alfa entre sus manos y acortó la distancia que ambos lobos tenían. Fue dulce, como siempre lo supuso el omega al soñar desde pequeño como sería ser cortejado y besado por su pareja.

Aunque solo fueron simples roces, sin profundizar, si fue una sensación única, maravillosa por sentir sus labios unirse con desesperación al verse separados en busca de aire. Hasta podría decirse que los dos conocieron cual sería y es desde entonces, su más perfecta y maldita adicción que recaía totalmente por besarse.

Y sabían que sus emociones, sus sentimientos eran amor, amor por el contrario.

Detrás Tuyo [ Changlix ]Where stories live. Discover now