ℂ𝕚𝕟𝕔𝕠

2.1K 201 152
                                    

Ese día había logrado hacer a un lado lo que había visto antes en la biblioteca, la vergüenza de haber sido atrapada retorciéndome en celos o miseria. Había aprendido a hacer a un lado esos sentimientos.

Pero,

Tú nunca me dejabas vivir sin ti, siempre en mi mente incluso cuando no, siempre en mis ojos aunque no lo quisiera.

Al mis pies tocar el asfalto, lo supe, yo definitivamente era muy estúpida (o demasiado lenta para el mundo real).

Las clases recién habían terminado y a como era de costumbre, Maya, Louis y yo íbamos a comer algo al food court más cercano; la diferencia era que esa vez Niall fue con nosotros.

Y yo no pude obviar lo obvio.

Era claro que existía la posibilidad de que invitara a alguien, después de todo, Louis y yo apenas llegábamos a ser sus suficientemente conocidos, conocidos.

Y claro que esa posibilidad tenías que ser tú, Harry.

¿Pues de qué otra manera el universo me recordaría que mi vida era una comedia barata creada por un escritor amateur que ni siquiera podía escalar sus propias paredes?

Pude sentir mi corazón hacerse demasiado grande para mi pecho, el fuerte calor presionando mi cara hasta el punto de ser incomodo, una extraña tensión en mis manos que llegaba hasta mi estómago.

¿Estaba acaso teniendo problemas de ansiedad o solo tenía veinte años y un enamoramiento sin refuerzos?


— Chicos, él es Harry. Maya ya lo conoce pero sé que ustedes no. Es mi mejor amigo así que supongo que lo verán muchas veces pegado a mi, es como un moco.

Ese momento, donde empezaste a saludar a todos, tus ojos esmeralda observando cada rostro por pequeñas fracciones de segundos porque no eras capaz de sostener miradas, tu flaqueante sonrisa hacia Maya, el vago apretón de manos con Louis y el necesitado abrazo con el que te aferrastre a Niall, estrujando su camisa cuando te susurró algo al oído.

¿Que había pasado ese día? Si en la mañana estabas riendo y se te veía tan cómodo, ¿porqué tu humor estaba tan notablemente diferente?

— Hey — un pequeño hoyuelo se hacía en tu mejilla y ese lunar en tu mentón se volvía mil veces más notable cada vez que sonreías. — Hola.

Era así como cualquier mal pensamiento, cualquier resto de un mal día, todo el pánico de momento, todo lo negativo; se desaparecía.

Eras tan medicinal para mi, el solo tener tu cara frente a mi, hipnotizandome hasta morir, ¿qué otra cosa podía ser más curativo para un cielo azul?

No podía desear ser alguien más, amaba poder estar, me sentía tan afortunada, pues,

¡Te tenía incluso cuando no me pertenencias!

El pequeño pellizco en la piel de mi espalda por parte de Louis me hizo reaccionar de una manera dolorosamente vergonzosa.

— ¡Oh! Aún tengo tu sombrilla, ¿sabes? — reíste al notar lo que había pasado — Ahora que ustedes y Niall se juntan más supongo que nos veremos seguido, me aseguraré de dártela la próxima vez.

Otro pellizco, esta vez más discreto y menos agresivo, fue lo que me hizo volver a reaccionar ante lo que decías.

— Oh, si, si, claro, la sombrilla, si, no hay problema — reí tontamente, no tenía nada más qué decir y al parecer fue bastante obvio pues con palabras vagas y risas pasajeras nos adentramos al edificio.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 25, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Selcouth - hesWhere stories live. Discover now