Relatos cortos de terror

Exploración urbana Parte 4 (final)

Brandon era una persona muy amigable al que le encantaban los abrazos, cada vez que iba a convenciones de cómics con sus amigos le gustaba ponerse un letrero en el pecho que decía "abrazos gratis", nada mejor para el que compartir su alegría y humor que para algunos no era normal. Pero esa noche todo cambió, los abrazos que el daba durante esas convenciones eran cálidos y se podia sentir una vibra de paz en cada uno de ellos, esa noche sin que ninguno de los tres chicos pudieran moverse pues sus piernas no respondían, el hombre que tanto gritaba y tenia una rapidez descomunal casi saltando las escaleras para alcanzarlos, se mantenía abrazando a Brandon escuchándose susurros que todos podían escuchar.

"Tuve que hacerlo, tuve que hacerlo, tuve que hacerlo", el hombre repetía esa frase dejando a Brandon sin habla, mientras trataba de voltear hacía sus amigos les hablaba con un tono de voz casi mudo, como si su voz se fuera ido en el momento que vió al hombre parado detrás de el suspirando rápido del cansancio al subir donde se encontraban.

Humberto y Rubén trataban de levantarse y tratar de alejar de ese hombre de Brandon, que apenas acercándose para empujarlo ambos se cayeron del susto al escuchar a el hombre gritar de la nada.

"¡Tuve que hacerlo!, ¡la amaba, pero me engañó con otro hombre!, ¿qué otra cosa hubiera podido hacer?, la poca razón que todos creían que ese hombre tenía se desvaneció en un segundo, era obvio lo que había pasado esa noche con la pareja, Humberto supo que pasaría después en el momento que el hombre se puso de pie y levantó a Brandon con un solo brazo y sin esfuerzo.

"Ustedes serán encontrados sin vida, ¿creen que no sé de lo que se habla sobre este lugar?, al diablo con ello, ¡este es mi hogar idiotas!. Humberto agarró la lámpara y apagándola debajo del cojín, volteó mientras escuchaba como Rubén le gritaba al hombre quien se acercaba rápidamente a la ventana. "¡Un paso más imbéciles!, ¡un paso más y dejo caer al chico!.

Brandon tratando de safarse del hombre que seguramente le doblaba la altura veía como Humberto se quedaba quieto detrás de Rubén, con una mirada que le hizo recordar cuando jugaban basketball en la escuela, una mirada que le hacía saber que tenia algo en mente y el solo debía reaccionar rápido ante cualquier acción. Mientras el hombre decidió que era inútil dejarlos con vida un segundo más y apenas al tratar de voltearse lo aturdió una luz, una luz que terminó golpeándolo más fuerte que cualquiera de los tres que estaban ahí, pues su ojos sentían que se quemaban por la lámpara que Humberto le apuntaba, al apenas verla Brandon se escabulló por el suelo dejando al hombre caer hacía atrás por la ventana, antes de que cualquiera pudiera reaccionar un golpe en seco se escuchó afuera sin ningún otro sonido después.

Apenas saliendo del Mirador, los tres chicos caminaban despacio a lado del presunto asesino quien curiosamente tenia una sonrisa en su rostro aún después de haber pasado por tan traumatizada escena.

Mientras Rubén trataba de calmar a Brandon, Humberto fue corriendo hacia su auto trayendo una libreta con una pluma, Brandon solo miraba a ese hombre ensangrentado boca abajo en el piso, pues él estuvo apenas a unos segundos de quitarle la vida. Humberto regresó con una nota que dobló y colocó en la mano del hombre junto con la pluma, limpiando antes con sus suéter las dos evidencias que la policía seguramente buscaría alguna otra huella dactilar.

Esa noche los chicos volvieron al auto arrancando despacio pues ya no había ninguna amenaza cerca, dejando la nota que explicaría a la policía o cualquiera que logrará ver a ese hombre primero afuera del Mirador. Cualquiera de las dos opciones era seguro que ellos jamás quisieran volver a regresar o estar un segundo más en ese lugar.