4. ¡Oh, no! ¡La he liado!

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¡Oh, no! ¿Qué he hecho? ¡Yo no quería que esto terminara así! ¡Lo siento muchoooo!

¿Que quién soy? ¿Que de qué estoy hablando? Oh, es cierto, he venido aquí corriendo y gritando... Bueno, soy el hermano de Romano, ¡Veneciano! También Feliciano. Aunque la gente normalmente prefiere llamarme Italia, ¡o incluso Ita-chan!... Y, bueno, la verdad es que ¡he empeorado aún más la situación entre España-niichan y mi hermano! Yo solo quería ayudar... ¡Yo sólo quería que se reencontrasen y que se besaran y que dejaran de estar tristes!

¡No me gusta verlos así de tristes! Ahora no sé si me perdonarán... Bueno, Antonio sí, seguro, pero Lovino no... El caso es que he la que he montado es para que me odie durante meses... ¡Y yo no quiero que me odieeeee...! ¡Buaaaaahh....!

[...]

Hm, está bien... Contaré lo que ha pasado...

Romano ya llevaba un tiempo viviendo conmigo y con Alemania. Estaba muy triste, pero no quería admitirlo. España sí. España nos llamaba toooodos los días para preguntarnos como estaba Lovino. Pobre Antonio. Siempre nos decía que no se lo contáramos a él, porque se enfadaría todavía más con él por pesado. Alemania, con la poca paciencia que tiene, dejó de contestarle muy pronto, y España se puso todavía más triste. Entonces me llamó a mí, y me dijo que necesitaba alguien que hablara con él y que le dijera cómo estaba Romano. Estaba muy preocupado.

Yo odiaba ver a España taaaan triste, así que le dije que sí, que podía contar conmigo. Creía que dejaría de estar tan preocupado, que se tranquilizaría y sería más paciente al esperar el regreso de mi hermano, pero sólo fue a peor. Ya no sólo llamaba todos los días, si no varias veces al día. Y cada vez más. Lovino acabó enterándose después de un tiempo, y se enfadó muchísimo. Empezó a gritar y a romper cosas, y después se encerró en su habitación. Bueno, en la mía. Y en la de Alemania. Dormíamos todos juntos...

Nunca había visto así a mi hermanito... España dejó de llamar aquel día, y en las conferencias internacionales estaba siempre muy deprimido. En casa, la situación cambió también. Romano estaba muy tenso, y se ponía a gritar a la mínima. Esto empezó a afectar a mi relación con Ludwig (Alemania). Amistosa, por supuesto... Bueno, el caso es que Alemania se estaba enfadando mucho conmigo por que yo era el que había aceptado a Lovino en casa...

Era lo peor. Había decepcionado a Antonio, y por mi culpa estaba deprimido. Mi amistad con Alemania peligraba, y Romano... Bueno, Romano estaba enfadado con todo el mundo. Nadie parecía muy dispuesto a arreglarlo todo, por que Romano no estaba dispuesto a perdonar a España, por lo que España no se pondría alegre otra vez, por lo que yo me seguiría sintiendo mal y dejando a Lovino hacer lo que quisiera, por lo que Alemania seguiría enfadado conmigo...

Así que pronto entendí una cosa: sólo yo podía sacarles a todos de esta situación. Así que pensé, y pensé... Y llegué a la conclusión de que sólo si Romano hablaba con Antonio y le perdonaba, todo volvería a la normalidad. Así que decidí hacer que hablaran, aun que fuera por la fuerza... Claro que encerrarlos en un armario quizá no fuera la mejor idea, ahora que lo pienso... En vez de aprovechar y hablar sobre todo lo que había pasado, mi hermanito se puso a gritar a España, y a echarle en cara lo mal que lo había pasado. Antonio empezó a suplicarle que le perdonara, pero Romano siguió gritando, y al final tuve que abrirles la puerta y dejarles salir. 

Los dos estaban llorando, sólo que España-niichan estaba triste y mi hermano, furioso. Pero no era como una pelea de pareja normal y corriente... En realidad, se podían palpar el odio y la culpa.

"¡No vuelvas a tocarme, gilipollas!" Ese era Lovino mientras salía del armario, mirándome como si yo fuera cómplice de su odiado Antonio.

"Pero, Lovi, por favor..." España estaba al borde de las lágrimas "Sólo quiero que vuelvas conmigo..."

"¡Sí, a tu cama, ¿no?!"

Con eso, Romano salió y pegó un portazo. Yo miré a España, que miraba al suelo. No hablamos mucho. Él se fue a su casa y yo me quedé en la mía. Romano se encerró en el dormitorio, y no nos dejó entrar ni a Alemania ni a mí. Pero se le podía escuchar sollozar. Muy sonoramente. Estaba realmente triste, ya ni siquiera estaba enfadado...

Eso fue hace un rato. Yo ya no sé que hacer. Ludwig ha salido fuera, a beber algo para que se le pase el enfado.Y creo que de verdad mi hermano necesita a España-niichan. Y España-niichan a mi hermano.

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⏰ Last updated: Feb 10, 2015 ⏰

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Odio amarte tantoWhere stories live. Discover now