Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"

.70. Bagman y Crouch.

- Nos veremos luego - nos dijo Amos - Debemos seguir por otro lado.

- Luego nos vemos Cedric - le dije con un ligero abrazo.

- Intenta no meterte en problemas - me respondió antes de irse junto a su padre.

- Parece un buen chico - me dijo papá caminando a mi lado - No me lo habías mencionado antes.

- Se lo mencioné a mamá.

- Ahora me siento preocupado - me dijo bromeando.

- Es una fea acusación - le dice mamá.

- Hubiera dicho lo mismo - agrega Lily riendo.

- Mamá es una gran confidente - les digo - Nos dará buenos consejos.

- Los recuerdo - acota Hermione - También nos ayudó a lucir increíble.

- Estaban muy hermosas - nos comenta Luna.

- Ya quiero saber - me dice ella.

- Es a mitad del libro y te luciste mamá.

- Llegas cansado a casa o yo terminaba bastante cansada de mis clases - le explicaba - Y cuando estábamos todos reunidos hablábamos de otros temas, pero no tienes que preocuparte por Cedric, él es un gran amigo.

- Confío en ti - me respondió - Sabes que puedes hablar de lo que sea, ¿Verdad?

- De todo menos de chico - le dije con gracia - Te infartarias o saldrías de caza, pero quédate tranquilo.

- Eres mi niña Hanny.

- Siempre papá.

- Me encanta el tipo de padre que te volverás - le dice su mamá.

- Papá es genial, ambos lo son - le responde Leo.

- Y papá tuvo suerte de caerle bien al abuelo - agrega Al.

- Tomó bien la noticia - les dice Harry y sonrió divertida - Y tal vez... tía Marlene fue de gran ayuda.

- ¡Freddy! - le grita Lily.

- Aún no he hecho nada y es mi niña.

- Sigue hijo - le digo o seguirán así.

Reconocí que era un muggle, probablemente el único que había por allí. Al oír nuestros pasos se volvió para mirarnos.

—¡Buenos días! — saludó alegremente el señor Weasley.

—Buenos días — le respondió el muggle.

—¿Es usted el señor Roberts?

—Sí, lo soy. ¿Quiénes son ustedes?

—Los Weasley... Tenemos reservadas dos tiendas desde hace un par de días, según creo.

—Sí —dijo el señor Roberts, consultando una lista que tenía clavada a la puerta con tachuelas—. Tienen una parcela allí arriba, al lado del bosque. ¿Sólo una noche?

—Efectivamente —repuso el señor Weasley.

—Entonces ¿pagarán ahora? —preguntó el señor Roberts.

— Sí, yo me encargo - le respondió papá sancando dinero muggle.

—El cámping nunca había estado así de concurrido —dijo de repente, volviendo a observar el campo envuelto en niebla—. Ha habido cientos de reservas. La gente no suele reservar.