—Creo que ninguno de los dos pudo hacer eso —Louis rió.

—No, al parecer no —ella contestó, colocando el delantal en su mano— pero, realmente, un show más no es lo mío.

Louis soltó una suave risa antes de mirar a la mujer con agradecimiento.

—Gracias por cuidar a Ben, Charlotte.

—Es un placer cuidar a ese niño —la mujer sonrió— es muy inteligente y adorable.

—Sí. No sé de dónde sacó eso —Louis pasó una mano por su cuello, Charlotte soltó una carcajada— gracias de nuevo.

Charlotte caminó hasta la puerta seguida por el castaño, la mujer tomó el pomo antes de girar y volver a mirar a Louis con una sonrisa tierna. Al chico de ojos azules, esa sonrisa le recordó, de alguna manera, a su madre. Tan sincera, tan amable, tan especial. Charlotte tocó el hombro de Louis antes de abrir la puerta.

—No hay problema, Louis. Saluda a el joven Styles por mí. Buenas noches.

—Buenas noches, Charlotte.

Y Louis observó como la mujer salía de la residencia cerrando la puerta tras de sí y dejando a su paso un aroma floral. El castaño suspiró sacándose el blazer que llevaba puesto, y desabrochó un poco algunos botones de su camisa antes de emprender marcha hasta la habitación de Ben. Louis podía confiar en que Harry lo iba a arropar de la forma debida, ya que ellos habían estado juntos todo un mes, sin embargo, Louis tenía la costumbre de besarle la frente a su hijo antes de volver irse él a dormir.

Subió las escaleras dirigiéndose hasta la habitación del menor. Al abrir la puerta, Harry estaba tapándolo hasta la nariz, colocando el espanta cuco en una esquina de la habitación, la que consistía en una lucecita en forma de jake que servía para que el menor no tuviese miedo en caso de que se despertara en la noche. Louis se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados en su pecho observando, quizá, la escena más tierna del mundo.

Harry se irguió al terminar de hacer todo, y girándose se encontró con Louis en la puerta. Le sonrió indicándole que saliera para cerrar y dejar a Ben dormir en paz. Una vez fuera y con la puerta cerrada, el rizado se acercó a Louis tomándolo tanto por la cintura como por sorpresa. El castaño lo miró confundido, abriendo la boca para preguntar qué estaba haciendo.

—Har-

Pero, los labios de Harry interrumpieron a Louis en plena oración. El castaño, sin embargo, le siguió inmediatamente, lanzando sus brazos al cuello de Harry, enredando sus dedos en el cabello largo del más grande. El blazer quedó tirado en el suelo a medio camino.

Harry soltó un jadeo y empezó a caminar hasta la puerta de su propia habitación arrastrando al castaño con él. Louis no lo notó, estaba demasiado concentrado en sentir a Harry, en su respiración pesada, sus manos que lo sujetaban fuertemente y sus labios y en que no se alejaran de él que sólo se dejó llevar por el rizado, como lo había hecho toda su vida.

Harry sacó una mano de la cintura de Louis al sentir la puerta detrás de sí, torpemente buscó el pomo, dando con casi con brutalidad pegándose en la mano, ignoró el dolor al momento en el que Louis mordió su labio. Giró el pomo abriendo la puerta rápidamente. Hizo que Louis entrara dejando sus labios sólo por unos segundos, antes de arrinconarlo contra la puerta sin recibir queja alguna, esta vez, besándolo más lentamente, pasando la lengua por el labio inferior de Louis; el castaño abrió la boca, dejando entrar la lengua de Harry para que jugara con la suya. De un momento a otro, a Louis le empezó a dar calor. La ropa parecía mucho más incómoda de lo que realmente era. Entonces, Harry necesitó aire, por lo que dejó de besar a Louis.

Hey, Dad. [Larry Stylinson] [M-preg] [AU]Where stories live. Discover now