14- Último

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Seo se encontraba arriba del pelinaranja, acariciando lo más que podía del torso descubierto del adverso con su diestra.

¿Que cómo habían terminado así?
Felix simplemente utilizó trucos sucios para convencer al polícia, y vaya que funcionó, que ahora se encontraba disfrutando de los besos que el azabache dejaba sobre su cuello y temblando cada vez que sentía aquella fría mano pasar por su abdomen.

Seo deslizó su lengua por el cuello de Felix, sacándole un suspiro que le erizó la piel.

—¿Has hecho... esto alguna vez?—preguntó Lee, ganándose total atención de parte del oficial.

—Te dije que sí. —respondió el más bajo, volviendo al trabajo de lamer la sensible piel del pelinaranja.

Si, no era la primera vez de Changbin. Pero de alguna forma le lograba poner nervioso, como si fuese la primera y no tuviera experiencia alguna, y aquello se notaba en el ligero temblor de sus manos.

—B-Binnie...—le llamó Felix, pero en respuesta, éste le mordió el cuello, sacándole un pequeño y agudo gemido.

—Cállate.—ordenó Seo, y Felix asintió, quedándose en silencio... o bueno, tratando de no hacer ruido.

Antes de que Changbin pudiera ir un poco más abajo, Felix se incorporó y pasó sus manos por los hombros del oficial.

Seo le miraba atentamente, y Lee se sentía desfallecer ante aquellos ojos negros que le miraban con demasiada intensidad.

Sus pequeñas manos viajaron al uniforme del azabache y fué desabotonándolo con lentitud, viendo cómo de a poco se descubría el torso del adverso, con aquellos abdominales marcados y cicatrices claras por los costados.

-¿Quién te las hizo?-preguntó Felix, acariciando cada una de las cicatrices antes de que Seo le detuviera agarrándole suavemente las muñecas.

—Ser policía es más que andar parado en la esquina viendo quiénes incumplen las reglas.—respondió.—Ahora, date la vuelta.

—No quiero.—negó el pelinaranja, cruzándose de brazos.—Quiero que seas romántico, que me des piquitos y me digas que todo va a estar bien.

Changbin asintió, viendo como Felix se relajaba frente a él.

Pero no, Changbin no iba a ser romántico. Con fuerza, agarró por segunda vez las muñecas del pelinaranja y le dió vuelta.

Obvio, el lloriqueo de Lee no tardó en hacer presencia.

—¡Es mi primera vez, no seas bruto!—confesó Felix completamente rojo, y escondió su rostro en la almohada.

Changbin sólo se concentró en colocarse arriba del pelinaranja y depositarle pequeños besos en el hombro.

—Silencio, si te relajas va a estar todo bien... trataré de no hacerte daño.—dijo el azabache, sintiendo como Lee volvía a relajarse en sus brazos.

—Apúrate y desnúdame, comienza a hacer calor.—demandó Felix.

Changbin hizo lo que éste le pidió, desprendiéndole el pantalón para bajárselo junto con el bóxer, mientras repartía besos por toda su espalda y más abajo.

Felix apretó suavemente las sábanas al contener las ganas de gritar por la vergüenza que sentía a que Changbin le vea desnudo.

—Ahora... Voy a prepararte, trata de relajarte, bebé.—Changbin le acarició la espalda con delicadeza, tratando de hacerle sentir seguro.

Felix hizo una mueca de confusión al ver como el oficial colocaba dos de sus dedos frente suyo, sin embargo, cuando escuchó "chupa", sin rechistar se llevó ambos dedos a la boca, chupándolos, tratando de verse sensual mientras lo hacía.

Seo Police -> ChanglixWo Geschichten leben. Entdecke jetzt