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---Ayuda policía.---puchereó Félix mientras sacudía el brazo del oficial Seo.---estoy aburrido.

---Soy un policía, señor, no un payaso.---contestó distante el bajo.

---Su deber es ayudar, y llámeme amor, no señor.---el pelinaranja se cruzó de brazos.

Sí el día de ayer fué bastante extraño para Seo, éste debe estar por arriba de ese. Desde hace como 2 horas aquél chico le estaba hablando y sacando varios temas de conversación, extraños, un poco graciosos, pero no eran para nada interesantes.
Y claro, no faltaba uno que otro cumplido.

La verdad es que no le molestaban mucho los cumplidos, era el primero en su trabajo en recibir algo así de alguien que desconoce.

Y en horas laborales.

Pero lo que temía era que alguien los viera o escuchase al de cabello anaranjado. Pues se consideraba un "delito" coquetear con un policía, o más bien acosarlo, y claro, él también sería regañado por el jefe Bang.

---Señor, no puedo llamarle amor.

---Entonces dígame Lixie.---sonrió y se abrazo al oficial sin vergüenza.

El azabache se mordia el labio con nervios, ¿estaba bien dejarlo pasar como si nada?
Disimuladamente trató de alejar su brazo del más alto, pero sentía cada vez que la fuerza aumentaba un poquito.

---Yo soy Barbie Girl...---comenzó a cantar el pelinaranja.---In the Barbie World... life in plastic, is fantastic... deje de estar serio. I'm your Dolly.

El policía dejó escapar una sonora carcajada.
Nadie viene y canta Barbie Girl de la nada.

---Ya que le dije mi nombre, ¿puede decirme usted el suyo?---habló nuevamente el más alto mientras hacía un pequeño puchero.

---Seo Cha... no debo.

---Lo terminaré sabiendo igual.---soltó bruscamente el brazo del policía.---por ahora quedas como narizotas.---sonrió.

Alto...¿Le acababa de decir narizón una zanahoria?

---¿Cómo es que me dijiste?---preguntó el más bajo con el entrecejo fruncido.

---Precioso.---respondió el pelinaranja.---que con éste tacho y esa manguera hacemos flor de lavarropas.

---... Ignoraré lo que dijo ésta vez, ¿Sí? No lo vuelva a hacer, por favor.

---¿Si lo aprieto dice mamá o papito?---el más alto rió suave esperando una respuesta del azabache.

Oh, Seo sí que tenía intenciones de responderle, y no era exactamente un "cállese".
Tenía las palabras justas y necesarias en la punta de la lengua como para dejarlo callado de la vergüenza, pero él no era el tipo de persona desubicada que respondía de manera morbosa.
Mejor guardarse las palabras y mantenerse serio como buen policía.

Unos segundos y todo quedó en silencio como si un ángel hubiera pasado por el lugar, no sentía siquiera la respiración de aquel chico al lado suyo y por un momento pensó que finalmente había decidido irse a por otro oficial o dejar de interrumpir en su trabajo.

Porque era así, el pelinaranja andaba en la cabeza del azabache cada minuto que desaparecía en el día.
¿Cómo era eso posible? Ni él mismo sabía, estar pensando en un desconocido que se cruzó ayer es bastante nuevo para él.

Lentamente desvió la mirada hacia el costado para asegurarse de que aquél joven no estuviera allí a su lado.

Tan tonto fué.

El pelinaranja no se había movido del lugar y ahora se encontraban conectando miradas.
Que lindos ojos, fué lo que pensó Seo al poder ver más de cerca los ojos marrones del adverso.

El policía no evitó morderse con suavidad el labio inferior por segunda vez, se encontraba nervioso ya que no podía apartar la vista de aquellos ojos, más bien, no quería, pero debía hacerlo.

Y como era de esperarse, un estúpido comentario de parte del más alto salió.

---Deberíamos besarnos para romper la tensión.

Ojos bastantes preciosos para un hombre tan estúpido.

Seo volvió su vista al frente y Lee aprovechó para enrollar sus brazos en el cuello del oficial y lentamente acercarse con la intención de dejarle un casto beso en los labios.

Besito que no llegó a su destino debido a que el policía, de forma casi inmediata, coloco su mano entre ambos para evitar
el beso.

---Basta, no haga éste tipo de cosas, es raro y no me gusta. Me esta molestando.---hablo molesto el azabache mientras fruncía ligeramente el entrecejo.

Pero Félix no esperaba una reacción como esa, Félix no quería esa respuesta.
Había tomado una decisión y esa era conquistar al policía macho de la esquina de la plaza y lo haría, sin importar qué.

Pero nadie le dice a Lee qué es lo que debe hacer o si sus acciones molestan o no.

Y ¡Paw!

Una hermosa cachetada fué directita a la mejilla del oficial, quien quedó perplejo; bastante confundido y sin saber qué hacer.

---Y la próxima vez, vaya a decirle que molesta a su abuela.---habló Félix con un tono de molestia y se retiró del lugar.

¿Seo debería comunicarle sobre toda esta situación al jefe Bang?

Seo Police -> ChanglixWhere stories live. Discover now