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Jaime los veía desde lo lejos, observaba cada cosa que Bart y Eduardo hacían. Cómo sonreían, se tomaban de la mano, y andaban felices de la vida, mientras él aprovechaba cada oportunidad en la que Traci se distraía, para darles otro vistazo.

Y no es que le molestara que estén juntos, en lo absoluto. Le molestaba que andaran tan libremente con sus rarezas en pleno lugar público, que andaran con tanta tranquilidad, por más que él estuviera cerca, y que lo ignoraran, le molestaba también lo rápido que Bart, al parecer, había cambiado de opinión respecto a él.
Lo rápido que lo había cambiado por Eduardo. "¿cómo es posible? Si hace solo unos días ese tonto estaba enamorado de mí, ¿acaso él es más lindo que yo?, ¡es imposible que yo le haya dejado de gustar tan fácilmente!"

-¡¿Ya no cree que soy lindo?!

Ahora Jaime se encontraba en su habitación, recordando con frustración cada movimiento de Bart y Ed en el parque de diversiones.

-¡¿Por qué ya no le gusto?!-

-Te recuerdo que te has comportado como un grandísimo idiota con Kid Flash, Jaime Reyes, es normal que él ya no quiera dirigirte siquiera la palabra.

-¡Solo hice lo que tenía que hacer! ¿o qué? ¿querías que deje que ese rarito me besara así como si nada? ¡Eso es asqueroso!

-no tienes remedio.

-El que no tiene remedio es él, él y todos los que lo defienden.- se colocó su sudadera y se acercó a la ventana- Pero que ni crea que me dejará sin explicaciones.- activó la armadura, y se dirigió volando hasta la base de los outsiders, llegando después de varios minutos.

Entró por una de las ventanas, y buscó por todo el lugar, al chico, hasta que lo encontró saliendo de la habitación de Eduardo, enfadandose aún más por eso.

-¿y tú qué hacías allí?- le preguntó, acercándose a él, serio.

-¿Qué? ¿Dónde?-

-No te hagas el tonto. ¡En la habitación de Eduardo! Dime, ¡¿ahora sales con él?!

-Jaime, ¿qué...

-¡Responde! ¡¿ya te olvidaste de mí?!- el moreno tomó una de las muñecas de Bart, apretandola bruscamente

-J-Jaime, me estás lastimando...

-¡¿Ya no te parezco lindo?!-

-N-No te entiendo, ¡sueltame, Jaime!-

-No lo haré.- empujó a Bart contra la pared, y lo acorraló. Bart quiso protestar, pero de un momento a otro, ya tenía los labios del latino, contra los suyos.

Bart intentaba separarlo, pero no pudo, por la fuerza que Jaime ponia en sus muñecas.

El moreno luego abrió la puerta de la otra habitación, la cual le pertenecía a Bart, sin cortar aquel brusco beso, y cargó al chico, entrando en ella.

Una vez dentro, cerró la puerta, y volvió a acorralar a Bart contra la pared, ahora con las piernas del menor a cada lado de sus caderas.
Bart sólo podía gemir por los besos que le daba Jaime en su cuello, a la vez que sentía cómo un bulto se iba formando en sus pantalones.

Con cada segundo que pasaba, ambos se iban deshaciendo de toda su ropa, hasta quedar completamente desnudos y en la cama del pelirrojo, siendo sólo cubiertos por una sábana, mientras Jaime no dejaba de moverse sobre Bart, y Bart no dejaba de gemir el nombre de Jaime.

Sólo eran ellos dos en esa habitación, sin nadie que los interrumpiera, todo era tan perfecto. Sólo hasta que se escuchó sonar un celular, y ahí fue cuando Jaime despertó, con su respiración agitada, y sus latidos a mil.

El chico al principio no entendió nada, pero luego miró a su celular, el cual ya había dejado de sonar, viendo que tenía varias llamadas perdidas de Traci, después suspiró, y se destapó el cuerpo, viendo que esas llamadas no eran el único problema que tenía.

-¿Q-Qué rayos fue ese sueño?-

Volvió a acostarse, mirando al techo, y pensando en que tal vez un baño de agua fría le ayudaría a calmar ese pequeño problema que tenía con su amiguito.

"¿Por qué tuve ese estúpido y raro sueño?! Maldición..."

-Lo bueno es que fue sólo eso, un sueño.

Perdón 《Bluepulse》जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें