Perdón 《Bluepulse》

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Varios día pasaron, y durante ese tiempo, Bart se siguió hablando por mensaje con Eduardo, y a su vez, los chicos andaban algo distantes con Jaime, aunque a él no le importaba tanto ya que de todas formas, todavía tenía a Traci con él, al menos fuera de las misiones.

Todos estaban en la base de los Outsiders. Al principio fueron para esperar noticias sobre alguna misión nueva, pero cuando Megan llegó, les anunció que no tendrían ninguna para ese día, así que ahora solo se encontraban pensando en qué podrían hacer con el tiempo que les quedaba, porque apenas eran las 14:00 de la tarde.

..

Así, pasaron unos minutos, y entre tantas opciones y conversaciones que tenían, uno de los Tubos Zeta habló, avisando que alguien había llegado.

  Pero ninguno de los chicos presente, podía creerlo cuando escucharon de quién se trataba.

-¿Bart?- habló la pelirrubia, con una sonrisa de felicidad.

-Hola... Tanto tiempo- habló el pelirrojo, sonriendo tímidamente.

Todos se acercaron rápidamente a saludarlo, felices de que volver a ver a su amigo, hacía días que ninguno lo veía ni tenía comunicación con él, excepto Eduardo.

Bart también estaba feliz de haber vuelto. Algo nervioso, pero sentía que podría manejarlo.

  Todos le hablaron, para ponerse al día con todas las nuevas noticias que tenían, hasta que llegó el turno de hablar para Eduardo.
-Perdón por no haberte avisado que hoy no teníamos una nueva misión, aunque lo hubiese hecho si sabía que vendrías.

-No te preocupes, no es tu culpa. Quise darles una sorpresa, además, es mejor si no hay misiones, así podemos pasar un día juntos y recuperar estos días perdidos, ¿no?

-Me parece bien- Eduardo sonrió

-Y bien, ¿tienen algún lugar pensado?-

-No, aún no, es que hay demasiadas opciones y no sabemos cuál elegir, ¿nos ayudas?- habló ahora Cassie.

-Claro, ¿cuáles son las opciones?-

Y justo cuando estuvieron a punto responderle, el Tubo Zeta se volvió a escuchar, anunciando otra llegada la cual a nadie le alegraba en lo absoluto, y menos a Eduardo y Bart.

-Hola a todos, sé que me extrañaron, pero ya pueden dejar de llorar por mí- habló el recién llegado, sonriendo de lado, y acercándose a los demás, cuando se percató de la otra presencia en el lugar.

  Bart desvío la mirada, sonrojado, al notar que Jaime lo veía en silencio, y con un aire de sorpresa en su rostro.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con un todo para nada amigable.

-Y-Yo...-

-Bart está aquí porque él también es un Outsider, y es parte del equipo. Y por lo tanto tiene el mismo derecho de estar aquí como cualquiera de ustedes, ¿hay algún problema con eso?- preguntó Garfield, regresando de la cocina, mirándolo con seriedad.

Jaime frunció el ceño, mirando con enojo a Bart, para después responder: -¿saben qué? Cada quién sabe con qué clase de persona o rarito se junta, yo solo vine para la misión de hoy.

-Bart no es ningún "rarito", y hoy no hay nuevas misiones, lo hubieses sabido de haber respondido a las llamadas en vez de silenciar tu celular o apagarlo, como ya hiciste en veces anteriores, y si vas a estar discriminando, allí tienes un ascensor, Tubos Zeta, y ventanas para salir por donde tú quieras y no regresar. ¿te explico cómo dar la vuelta para marcharte, o sabes cómo hacerlo?- habló el peliverde, manteniendo su seriedad y postura.

-No di nombres, asi que si él se siente cuando digo "rarito" es problema suyo-

-Ya no le hagas caso a ese idiota, Garfield, no sabe lo que dice. - interrumpió la rubia.

-Cierto, algunos carecen de la inteligencia necesaria para entender ciertas cosas, y ni la inteligencia artificial los ayuda- habló ahora Eduardo.

-Ustedes no se metan.

-me meto si quiero.

  Estaban a punto de pelear, cuando Bart detuvo a Eduardo.

-Dejalo, Ed, no vale la pena... Mejor vayamonos, ya tengo un lugar pensado para ir. ¿Tú también vienes, Gar?

-Tengo que atender algunas cosas, pero disfruten ustedes de su día libre, chicos- Garfield les sonrió, ya más calmado, y luego miró de nuevo a Jaime, serio. -Ahora si me disculpan, me retiro, traten de no contagiarse la ignorancia de algunos idiotas que andan por ahí sueltos, adiós.

Y así, se retiró, dejando a Jaime aún más molesto, y a los demás, mirando al latino con enojo, tratando de seguir con lo suyo.

-Bien, ¿vamos al lugar que tienes pensado, Bart?-

-¡Claro!- se levantó, sonriendo.

-Pero primero debo cambiarme- habló Cassie

-Yo también, ¿nos esperan aquí?-

-los esperamos aquí- respondió Bart.

-Bien, no tardamos- y Cassie y Ed se dirigieron a sus habitaciones para cambiarse, mientras que Bart y Virgil se volvían a sentar en el sofá, y los esperaban.

Jaime rodó los ojos, y se dió la vuelta.

-Bien, con permiso, yo iré a ver a Traci-

-No te lo habíamos preguntado, pero que te vaya bien- respondió Virgil, mientras Jaime sólo bufaba y volvía a salir por uno de los Tubos Zeta.

Bart lo vio irse, y suspiró, desganado.

-¿estás bien, viejo?-

-Sí, no te preocupes- el menor sonrió, para no preocuparlo más. -Estoy muy bien-