El verdadero amor de un Malfoy.

Capitulo 21: Fuerzas.

Cuando la castaña decidió regresar a Londres, pasaron solo un par de días, para verse a sí misma, frente a su departamento, el que tenía antes de irse a Italia, fue tan duro dejar la que había sido su vida, por casi dos años, no solo era eso, cada uno de los recuerdos, que tenia con Blaise, entro al lugar, dejando ver una oleada de polvo, sacudió la cabeza, mientras entraba. Estaba cansada pero necesitaba arreglar todo, así que con movimientos de varita acomodo todo. En el momento en que la casa parecía habitable, ella fue a recostarse, al instante toco su collar, era lo que en ese momento le daba fuerzas, no quería enfrentar al mundo, no quería ver a sus padres, preocupados, a Harry angustiado, a Malfoy aun sentía un dolor en el estomago al recordarlo, era culpa eso lo sabía a la perfección, tenía mucho tiempo de no saber de él, se preguntaba en ocasiones que había hecho de su vida, seguro era feliz con alguien más. Se levanto de la cama, para recordar el día más terrible que vivió, el juicio de Ginevra Weasley.

Esa tarde llego al ministerio, en Italia, cuando entro a la sala, no solo se sorprendió de ver a Harry dentro, también estaba Isis Snape, quien le sonrió, pero lo que le rompió el corazón fue ver a la familia Weasley, ellos quien la habían tratado como a una hija, ver a Molly llorando, a sus hermanos, con la cabeza abajo, el único que le sostuvo la mirada fue, Ronald quien se veía afligido, ella avanzo con la cabeza en alto. Cuando tomo asiento frente al ministro, su cuerpo temblaba, ya que frente a ella, estaba ella encerrada en una jaula, la veía con ojos de muerte, mientras la castaña solo sentía pena por ella. Observo a los presentes antes de que comenzaran a hablar. El interrogatorio fue largo, ella no podía hablar por momentos ya que se sentía demasiado triste, apretaba el mango de la silla, como si se fuera a caer si no lo hacía, momentos después y posteriormente de los interrogatorios a los demás testigos, pasaron cuando llegaron a la sentencia a muchos impresiono.

-     Normalmente se dejaría en prisión a la acusada, en este país, pero dada la naturaleza del delito, se dejara tomar la decisión a las afectadas, en este caso a la pareja del fallecido ya que es la única que está presente,- la castaña se puso de pie, para dirigirse al estado.

-     Puedo acercarme a la acusada,- pregunto Hermione, asintieron ella avanzo decididamente, cuando estuvo frente a ella, la castaña hablo,- solo quiero hacerte una pregunta, ¿porque?,- la pelirroja la observo solo para soltar una risa.

-     Si era mío no sería de nadie,- fue la respuesta.

-     Entiendo,- la castaña observo a la mujer que destrozo su vida,- sería muy fácil mandarte al beso, pero donde quedaría tu sufrimiento, sería una salida fácil para ti, pero no te mereces más que eso,- giro su cuerpo al estrado,- la mejor condena seria que pasara el resto de su vida, en askaban, su delito es suficientemente mayor, para alcanzar el beso del dementor, pero creo fervientemente en las segundas oportunidades, así que si ella conserva su alma, podrá alcanzar la redención por su delito,- se escucho un sollozo, la castaña observo a la pelirroja,- espero sufras mucho con los dementares como tu única compañía,- posteriormente se marcho, escuchando el grito de cólera de la mujer que pensó era su amiga, por primera vez se sintió bien con el dolor ajeno.

 El sonido de la puerta anunciando visitas la saco de su transe, fue a ver quién era, cuando vio parado a su amigo, que venía con una bolsa en la mano, le sonrió y se abrazaron, ella  lo dejo pasar, tomaron asiento en la pequeña sala de su amiga, mientras la bolsa la ponía en la mesa, el joven saco algo pequeño, pero ella vio que la bolsa se veía más grande de lo normal, ella sonrió.

-     Veo que por fin aprendiste a usar el hechizo de expansión,- dijo ella con burla.

-     En realidad fue Gabrielle,- le sonrió,- te manda saludos y dentro hay algunas cosas que dice ella te gustaran, dice que son cosas que podrás usar en el ministerio ahora que regresas a trabajar.