Yang soltó un suspiro de alivio y se acercó a su hermana menor quien la abrazó.

-Rubs, no, eso duele- se quejó por la heridas que había recibido, le dolía y más si su hermana les hacía presión.

-Lo siento, sis- la soltó y le dedicó una gran sonrisa. -Ganamos-

-Así es, ganamos y creo que después de esto voy a necesitar un buen tiempo de recuperación- mencionó mientras se sobaba la cabeza.

-Eso fue bastante irresponsable, flamita- comentó un hombre de ojos rojos y cabello puntudo grisáceo oscuro, con algo de barba y una botella en su mano derecha.

-Hey Qrow, dame algo de crédito, lo derroté- hizo una mueca mientras miraba a aquel quien era su tío.

-Casi te mata, pero...- le sonrió levemente. -Ganaste- y bebió de su botella.

-Gracias, ahora me siento mejor que mi tío alcohólico me da un cumplido-

-No soy alcohólico-

-Y yo no le pateé el trasero a ese tipo- giró la vista y la clavó en los compañeros de aquel chico quienes estaban tratando de levantarlo.

-Técnicamente él te estaba pateando el trasero- bebió un poco más de aquella botella y luego levantó sus hombros. -Hm, niñas, creo que es hora de irnos-

-Es cierto, Rubs, es tarde- murmuró tomando un pañuelo que su hermana le ofreció.

-Iré por mi paga- comentó la rubia limpiando se la sangre que estaba a un costado de su rostro, esto lo hacía mientras se acercaba a un hombre alto barbado.

-Me sorprendes cada vez más, joven Long- dijo el hombre con una sonrisa y cruzado de brazos.

-No puedo decir mucho, señor- posó su vista en el contrincante noqueado. -Le dolerá mucho cuando se levante-

-El té habría matado o jodido, le vi las intenciones de joderte la columna- sacó un sobre y se lo dio a la más baja.

-Gracias-

-Habrá un enfrentamiento dentro de poco en Street Blue deberías ir, escuché que es muy probable que termines compitiendo contra alguno de los dos- colocó una mano sobre el hombro de la menor.

-Gracias, señor-

-Shen Long, tienes futuro pero no de esta forma-

La rubia asintió con la cabeza, aquel sujeto se fue, la rubia se sobó la nuca y miró a su familia.

-Vamos a casa-

El camino fue aburrido, Ruby era quien conducía, su hermana estaba lastimada y su tío era un alcohólico, aunque eso ya se había vuelto bastante habitual, condujeron durante unos 20 minutos y llegaron hasta las afueras de la ciudad en donde había una gran casa de dos pisos con garaje. Ruby aparcó el auto dentro del garaje justo al lado de una moto amarilla con negro y salió del auto acto que hicieron los otros dos.

-Me duele todo, maldita sea- se quejó Yang entrando a la casa.

-Pero ganaste- seguido entró Qrow.

-Una victoria aplastante- añadió con una gran sonrisa la menor de los tres entrando y cerrando con seguro la puerta.

-¿Alguien tiene hambre?- preguntó el de ojos rojos a aquellas dos que lo miraron con incredibilidad.

-Son las 3 AM- dijo Yang. 

-¿y qué?- refutó Qrow. 

-Eso es lo peor que puedes hacer, comer a la madrugada, joder contigo- y la rubia subió a su habitación. 

Rwby: sueños desde las sombras Onde histórias criam vida. Descubra agora