Capitulo 29

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— ¡______! —Exclamó mi hermana apareciendo en el cuarto con el rostro transformado de
preocupación— ¡¡Dios! ¿Qué diablos es lo que ocurre? — Me tomó de los brazos y buscó mi mirada
con desesperación— Estás temblando… Vamos _______, dime que es lo que sucede —Nunca la
había visto tan preocupada.

—Justin… Se llevaron a Justin al hospital, Daphne —Y nuevamente las lágrimas en mis mejillas
resbalan con peso.

Desesperada, asustada… avisamos a la familia y localizamos a alguien que tuviera idea de cual
era el hospital al cual lo habían trasladado.

Apenas el motor del vehículo de mi hermana, tiré de la puerta y salí corriendo hacia el interior del
gran edificio.

No fue difícil encontrar la habitación, afuera de aquella estaba lleno de jóvenes.

—_______ —Sollozó Stacy al verme llegar.

— ¿Dónde está? —Ni si quiera me fijé en sus ojos, no hacía más que mirar a los alrededores y
poder entrar a ver su rostro de una sola vez.

—No puedes entrar amiga, está en urgencias —Me abrazó y yo la separé enseguida.

— ¡NO! ¡Maldita sea! ¡Tengo que entrar ahora! —Grité furiosa.

—_______, tranquila… Saldrá bien ¿Si? —Me sonrió levemente, trataba de calmar mis nervios, mi
miedo y mi pena, pero después de todo sería en vano.

—Quiero verlo —Sollocé arrojándome en sus brazos y sin esperar un segundo más, nuevamente
estaba llorando.

Una hora transcurrida y nada… la gente comenzaba a abandonar el lugar y solo quedábamos la familia, mi hermana, mis padres, Stacy y yo.

Una hora más y… nada.

Dos horas más… y seguíamos sin noticias.

—Amiga, ya tengo que irme —Me susurró con la voz seca.

—Está bien, descuida —Sonreí sin ánimos y volví a mirar el suelo.

Sentí sus brazos rodear mi cuerpo, entregándome cariño y confianza, y no era la suficiente.

La vi alejarse y me quedé sentada sola en una fila de bancas, no quería estar con nadie, solo quería
estar en silencio, pensar en él y rezar a dios para que le diera fuerzas y pudiera continuar conmigo,
a mi lado.

Un hombre de delantal blanco se acercaba por el pasillo y todos nos pusimos de pie.

— ¿Cómo está? —Fui la primera en preguntar, al estar mas cerca.

Solo me miró con frialdad y se acercó a los padres.

— ¿Cómo está mi hijo? —Preguntó enseguida Pattie y mi dolor aumentaba al verla a los ojos rojos
y cansados.

—Me temo informales que no se encuentra en buenas condiciones —Musitó sin expresión alguna— Tratamos se estabilizarlo y haremos lo que se pueda.

— ¿Podemos verlo? —Rogué con la voz quebrada.

—Está en coma —Agregó mirándome serio.

—Solo queremos verlo —Pidió Pattie con la voz ahogada.

El hombre de aspecto duro y frío agachó el rostro y suspiró.

—Que sean solo unos segundos. Síganme —Todos comenzaron a caminar, menos yo, quien me
quedé estática en el pasillo. Lo quería solo para mí.

Todos entraron y Zack se quedó atrás para esperarme.

— ¿No vienes? —Me miró con los ojos llorosos.

Solo negué con la cabeza.

—Luego voy yo —Susurré.

Y entró en la sala. Me quedé sola y esperé impaciente caminando con las piernas temblorosas de
un lado a otro.

—Saldrá bien, saldrá bien —Escuché a lo lejos la voz del padre. Ya salían.

Todos salieron y se fueron sin importar mi presencia a la cafetería de la clínica. La mayoría se encontraban agotados, soñolientos, pero se quedarían todo el tiempo que fuese necesario.

Zack se acercó con las manos escondidas en los bolsillos y besó mi frente para dejarme frente a la
puerta de la habitación.

Tomé aire y empujé la puerta para entrar en un cálido cuarto… y ahí estaba él, estirado en la cama
de sábanas blancas y limpias. Me acerqué con cuidado y las lágrimas hicieron su aparición en el momento en que lo vi conectado a un respirador artificial. Aún así, con vendas, parches por todo su
rostro y los labios tajados… sus ojos cerrados hacían verlo calmado y tranquilo.

Acaricié uno de sus brazos desnudos y sonreí levemente entre tanto llanto… ¿Acaso era mi culpa?
¿Su desesperación al seguirme lo había llevado a esto? Y no había duda.

—Justin… —Sollocé agachándome y apoyando mi cabeza en su pecho. Ahí estaba su corazón,
latiendo lentamente, pero dándome esperanzas y haciéndome saber que él aún seguía conmigo— No
me dejes sola, por favor —Las lágrimas rodaban y rodaban por mis mejillas.

Era increíble como hasta podía sentir una de sus frágiles manos acariciando mi cabello en un lento movimiento. Me separé con cuidado y mi corazón se petrificó al ver sus ojos débilmente abiertos… no había sido solo mi imaginación.

-Thinkin of you-Hot  {Terminada} Justin Bieber y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora