Capitulo 14

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¿Qué se suponía que era lo que estaba haciendo? ¿No se suponía que ese tipo de cosas estaban
prohibidas entre mejores amigos? Si, y lo peor de todo es que no tenía ni un poco de voluntad para
separarlo de mí.

—Yo… yo… si iba a ir, solo… tenía…. Tengo… que bañarme —Oh perfecto, aparte de interpretar a
una momia, resulta que también era tartamuda, algo que jugaba en mi contra, eso le hacía notar a él lo débil que era.

Me giró y en un dos por tres estaba siendo acorralada entre la espada y su anatomía.

—Justin ¿Qué es lo que haces? —Pregunté afligida mientras escabullía mi mirada de la suya.

—Nada —Susurró sobre mis labios.

Me quedé quieta, si algo estaba por suceder no sería yo quien iniciara, era él quien haría el primer movimiento. Y así fue, sus labios de una manera increíble atraparon a los inmóviles que eran los míos.

¿Cómo hacía para que lo sintiera tan cerca de mí cuando se suponía que no estaba entregando absolutamente nada? Se podía decir que era algo mágico y más que eso.

Su cuerpo estaba totalmente acoplado al mío y debo decir que no era ni una sensación incómoda,
al contrario, era un lujo y placer tenerlo tan cerca de mi anatomía.

Sus manos estaban inquietas, presentía que necesitaba más de dos para acariciar mi cuerpo por completo y solo sonreí complacida en medio del eufórico beso que estaba creando.

Me sentía torpe, lenta al no poder llevar el mismo ritmo. Justin estaba impaciente y pretendía hacer muchas cosas a la vez, lo peor de todo era que lo estaba logrando y comenzaba a causar cosas que jamás había pensado experimentar.

Mientras que mis dedos temblorosos desordenaba su cabellera, el tomaba una de mis piernas desnudas y la acomodaba alrededor de su cintura para poder acariciarme en su totalidad.

Aún alguna parte de mi cuerpo seguía paralizado ante la reacción de Justin, por lo que temblaba sin explicación alguna y con los nervios de punta tomé el borde de su remera blanca ajustada para alzarla
de una vez y tener su torso desnudo a mi merced.

Deslizó su labio inferior por mi garganta hasta el lado izquierdo de mi cuello y depositó un beso húmedo para luego volver a besar mis labios con la misma intensidad que lo hizo a un principio.

Sentía que me estaba ahogando, como podía lograr tanto haciendo tan poco, era algo increíble y difícil
de comprender.

Sus caricias se iban volviendo cada vez más apasionadas, sensuales y lujuriosas, pero pude notar que trataba de hacer las cosas con delicadeza, le costaba trabajo, pero de todas maneras… quería tratarme como una verdadera muñeca de porcelana, con cuidado, con respeto.

Mi polera comenzaba a subir y no emití ni una queja al respecto, ansiaba más que nada en estos momentos volver a sentir su piel.

Tomé su rostro entre mis manos, sentía que en cualquier momento se alejaría de mi para aclarar de que las cosas no estaban bien, que se había descontrolado y solo había sido un error. No. Lo quería y necesitaba sentir ese extraño sentimiento que me entregaba en cada beso. No se con exactitud si era amor, cariño, amistad… (no eso jamás) o algo más, eran una infinidad de cosas mezcladas que me hacían sentir especial, de él.

Su lengua mentolada recorría con cuidado toda mi cavidad bucal, parecía estar analizando cada parte
para así recordarme una vez que se distanciara. A pesar de que estuviese conmocionado y que
pareciera querer hacer las cosas con rapidez, mordía mi labio lento, pero sensual y con un dejo
de timidez succionaba suavemente mi labio inferior.

Ya no pensaba, ya no asimilaba las cosas que estaban ocurriendo y solo quería llegar a más.

Luego de acariciar su torso unas mil veces más, conduje mis manos hasta su cinturón y con una
facilidad increíble lo quité. Una vez que comencé a bajar el cierre del pantalón, Justin guió sus rojos
e hinchados labios hasta mi clavícula y repartía húmedos besos por toda la piel desnuda de mis
hombros.

El pantalón había caído al suelo y para no incomodarlo, Justin lo alejó de sus pies.

Nuestros cuerpos estaban húmedos y no es que fuese el sudor, el baño estaba evaporado producto al agua caliento saliendo con fuerza de la ducha.

Justin se alejó de mí y me miró directo a los ojos. Era el fin, supuse, Justin se había percatado de lo
que estaba sucediendo.

—Lo lamento —Susurró acariciando mi mejilla.

¿Qué? No eran exactamente esas palabras las que estaba esperando. ¿De que se lamentaba cuando estaba haciendo uno de los momentos más maravillosos de mi vida?

— ¿Qué lamentas? —Seguí el tono de su voz, agitado y bajo.

—No… no medí las cosas, no debo someterte a algo así —Se refugió en mi cuello e inhaló fuertemente
mi perfume.

Acaricié su espalda desnuda. Si él supiera que no estaba haciendo nada malo.

—Justin… —Lo alejé de mí y lo miré a los ojos— yo… no me estoy negando a ti —Susurré y sonreí sin energías.

-Thinkin of you-Hot  {Terminada} Justin Bieber y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora