Prólogo

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¿Qué es aquello que podemos clasificar como normal? Supongo que lo normal es lo que nos hace sentir cómodos, lo que no nos da miedo, no es algo nuevo, explorar nuestra capacidad.

A veces me pregunto: ¿Lo normal es bueno?

Muchas veces quise reprimirme, encerrarme y aceptar lo que soy, y listo, ya está, me acepta la sociedad y nadie me mira mal, mi madre querrá conocer a mi futura esposa, y me dirá lo orgullosa que está de mí, no seré el mal hijo, seré el hijo normal.

Es posible que aquella haya sido la razón por la cual fui exiliado de mi hogar a los 13 años, aun no lo sé, no todo fue malo, conocí a mis hermanos: Jiang Cheng y Jiang YanLi, creí que les confiaría mi vida, él tío Jiang cumplió un papel de padre, e incluso tenía una buena relación con Madame Yu, compartíamos consejos de todo tipo.

Pensé erróneamente que sería aceptado en la casa Jiang.

—¿Te gusta el carmín? — el tipo ya había azotado su cabeza en el suelo mojado, detrás del instituto — te daré un bonito color entonces.

Ya no tenía fuerzas para luchar.

Sentir sus golpes, y escuchar aquellas palabras de odio no era lo que dolía, es que no podía dejar de ver a mi hermano parado, viendo como era golpeado, solo por usar labial rojo en el instituto y, usar una coleta con cabello largo.

Jiang Cheng solo me miraba, aun no podía descifrarlo como siempre.

—Jiang — ladro Wen Chao — pasa las tijeras que te pedí.

Lo meditó un momento, y busco en su mochila el objeto. Se lo dio a Wen Chao.

Sabía lo que venía, y ya no podía defenderme porque me tenían agarrado firmemente, no iba a luchar, no gritaría, ni lloraría, no les daría el gusto.

—Me alegra que no seas un desviado, como esta perra — otra patada en el estomagó — lástima que ensucie a la familia Jiang.

—Él no ensucia nada — contestó fríamente — porque no es nadie para mi familia.

Eso era, esa era la verdad.

—Muy bien — comenzó a cortar mi cabello, pedazos de este caían frente a mí, yo solo era nadie, en un mundo llenó de crueldad.

—¡A-Xian! — la voz de mi hermana ya no reflejaba un rayo de esperanza en mi vida, ella ya no era luz, la habían extinguido —¡Detenlos ZiXuan!

Venía con su novio.

—Suéltalo Wen Chao — el pavo real no era un cobarde después de todo, había empujado a Wen Chao, incluso creó que lo golpeaba.

—A-Xian — mi hermana llegó rápidamente a mí, y coloco mi cabeza sobre sus piernas —¿Qué te han hecho?

Ya no quería hacer miserable a nadie.

—¡Eres un bastardo Jiang WanYin! — no veía ya nada, pero ZiXuan le reclamaba algo a Jiang Cheng —¿Cómo pudiste dejar que a tu hermano...?

Las palabras quedaron al aire, ya no sentía, solo la humedad de mi sangre, cuando unas gotas cayeron en mi rostro, mi hermana lloraba.

—Son... cálidas — logré decir, antes de perder la consciencia.

...

—Mi hijo es un desviado — aquella era su madre.

—SanRen, A-Xian te escucha — mi padre siempre alegando por mí.

—Está bien — salí de mi escondite — me iré con los tíos Jiang.

ᴀɴᴅʀᴏɢɪɴᴏ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)Where stories live. Discover now