Viernes 30 de agosto, Sunset Bay.
Casa McMillan
Lucy está enamorada. Sabe que está enamorada desde que tiene uso de razón. Es amor lo que siente y es la única certeza en su vida pues jamás ha visto una película, pintura o libro que la haga sentir de esa manera.
Se derrite al verlo. Su corazón late tan fuerte que tiene miedo de que alguien lo escuche, y mira a ambos lados para corroborar que no sea así.
Sueña despierta con él y también lo hace cuando se va a dormir. Garabatea en su mente situaciones en las que la vida la acerca a él.
Él es perfecto. Sus dientes son perfectos, su cabello es perfecto, su forma de vestir es perfecta. Lucy lo encontró perfecto por primera vez a los cinco años, cuando el destino los hizo sentarse juntos para pintar unos garabatos en el kinder. Él pintaba sin ganas y resoplando, malhumorado.
Pero ella se perdió en el movimiento de su cabello y sin pensarlo dos veces se ofreció a pintar en su lugar. "Gracias" dijo él sonriendo y ella tuvo que hacer fuerza para no caerse de su asiento.
Ni siquiera pudo decir "de nada", las palabras no saldrían de su boca si lo intentase. En silencio coloreó el dibujo de su compañero y atesoró ese gracias hasta sus dieciocho años de edad.
- Hasta su nombre es perfecto- Dijo entre suspiros tomando su propio rostro con las manos.
- La verdad Connor Gallagher me parece un nombre bastante vulgarcito.
Jane observó a su amiga unos minutos, preocupada. Había idealizado a ese tipo desde hacía años ya. Algunos pensaron que se trataba de un enamoramiento pasajero pero no fue así. Cuanto más pasaba el tiempo, más amor sentía Lucy por el altísimo muchacho de cabello rubio.
- Al contrario amiga, es un nombre precioso, se desliza en tu lengua como la miel...él es...-Suspiró extasiada, perdida en el rumbo de sus pensamientos-...maravilloso.
- ¿Siquiera has hablado con él?- Lucy abrió la boca para contestar pero Jane fue más rápida- En los últimos años.
- Para tu información, una vez nos encontramos en la cafetería de Don.
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Siete días (Terminada)
RomanceLucy conoce a Connor desde el kinder, pero el rubio es consciente de su existencia casi a los dieciocho años de edad. Sin embargo, un violento incidente que involucra a un botellazo, una ex maniática y mucho alcohol los empujará a forman una intensa...