Still Into You [BSE III] | Harry Styles

Epílogo

ALGUNOS MESES DESPUÉS…

Inspiro y expiro. Inspiro y expiro. Inspiro y expiro.

Mis ojos siguen cerrados. No los he movido ni un solo milímetro des de que los cerré varios minutos atrás. Cojo aire por la nariz y lo suelto todo por la boca.

Inspiro y expiro. Inspiro y expiro. Inspiro y…

¡Joder! Doy un pisotón en el suelo y abro los ojos. Tardo unos segundos en acostumbrarme a la luz de la habitación dónde llevo metida unas dos horas. No soy capaz de calmarme. No hay ninguna jodida manera de hacerlo. El hecho de que ahora esté sola, tampoco ayuda demasiado.

Oigo la puerta abrirse y cerrarse pero sigo mirando por la ventana.

—¿Mejor? —Intento no contestar a eso, pero no puedo evitar soltar una risa nerviosa—. Me tomaré eso cómo un no.

—¿Qué quieres que haga? —pregunto girándome y enfrentándola.

Una sonrisa florece en mis labios al ver su vestido. El vestido que tantas horas nos ha costado elegir, el vestido que me recuerda el día que es hoy.

Nerea no se queda atrás. Me examina con la mirada y, cuando nuestros ojos se juntan de nuevo, soltamos un grito.

—¡Estás preciosa! —chilla acercándose a mi y hundiéndose en mis brazos.

Yo le correspondo al abrazo lo mejor que puedo a la vez que la puerta se abre de nuevo.

—¿Qué narices pasa? —Los ojos de Zayn se abren desmesuradamente al verme y no puedo evitar recordar aquella vez que pasó exactamente lo mismo. La única diferencia fue que estaba sola y una pequeña toalla era lo único que cubría mi cuerpo.

—Nada.

—Zayn, apártate del medio —gruñe la voz de mi hermano justo antes de darle un pequeño empujón a Zayn, que aún tiene su mirada clavada en mí. Ethan, está recolocando el lazo cursi que Louis le ha puesto a Ada en el cuello cuando, mirando muy de cerca a mi pobre gata, dice—: Tienes que hacer que se tranquilice.

—Ethan, eres tú quién la asusta.

—Eso no es… —Se interrumpe a sí mismo cuando sus ojos encuentran mi vestido.

Ahora ya son dos. Zayn y Ethan me miran como si fuera un unicornio rosa montado en un panda amarillo.

Pongo los ojos en blanco.

—Chicos, no es para tanto.

—¡Sí es para tanto! —exclama Louis entrando a la habitación. Él me mira, me sonríe pero sigue hablando—: He estado entrenando a Ada durante mucho tiempo y Ethan —gruñe a la vez que le quita a Ada de los brazos—, no para de molestarla.

Acto seguido se pone a hablar a Ada cómo si ésta fuera un bebé.

—¡Chicos! —exclama Nerea, que sigue pegada a mí. Zayn ya hace rato que ha dejado de mirarme raro. Ethan, sin embargo, ha pasado su mirada, de mi, a Nerea.

Aunque… su vestido color coral ceñido a la cintura no ayuda demasiado al respecto.

—¿Podéis iros? —pregunto lo más amablemente posible. Ethan asiente pero Nerea tiene que empujarle hasta la salida.

Cuando cierra la puerta, dejando a todos fuera, suspira.

—Hombres…

Unos nuevos y suaves toques en la puerta suenan. Nerea y yo contestamos a la vez:

—¿QUÉ?

—Soy yo. —Nerea abre rápidamente la puerta a Chloe que ya se ha puesto su vestido.