- No sé... había mucha gente supongo... ¡no me ralles ahora con eso! - Ícaro arrimó la oreja, al vernos cuchichear por el rabillo del ojo.

- Ocram... cuéntame lo que pasó... no me hagas pensar mal... ¡Ocram!, ¡dímelo!- Bernadette enfureció. Ícaro, incómodo, hacía como que no estaba escuchando nada.

- Vale, vale... ¿Ícaro se la tiró en mi habitación vale?- tiré un farol. Ícaro me miró estupefacto, con un leve gesto de enfado en su rostro.- la debió coger mientras Ícaro no miraba...

- Ahhhh.... con que fue Ícaro, ¿no? ¿Entonces me puedes explicar una cosa?- yo ya me esperaba lo peor, estaba sudando. Bernadette era muy inteligente.- Si cuando tu y yo estuvimos follando en la habitación, todavía estaba la coca.... y al salir seguía la coca... E Ícaro estaba en el salón y, no salió de ahí en el resto de la noche porque estuvimos con él, ¿en qué momento se la tiró?

- Bernade... - no me dejó ni acabar ni una palabra cuando me interrumpió tajantemente.

- ¡Calla! .... Yo vi como ella te miraba, aunque no te quise decir nada. Y, ayer, se me ocurrió la brillante idea de preguntar a mis amigas si mientras yo me fui al baño antes de follar contigo, si vieron a Triz en el salón...- el corazón me iba a mil.-

- Pero escucha...- intente defenderme.

- ¡Que te calles he dicho!- Bernadette se incorporó, y se sentó junto a mi en el sofá, parecía un demonio enfurecido- .... y, ¿sabes qué me dijeron? Que, casualmente, ella no estaba, ¿pero sabes lo más gracioso aún? ¡Que ellas... TAMPOCO.... - dijo mientras me golpeaba en el brazo- te VIERON...- continuó con los golpes pero ahora más fuertes.- A TI!- la agarré por los brazos para que dejara de golpearme.

- Tranquila, Bernadette todo tiene una explicación... - Ícaro, mientras tanto, nos miraba como si ahora la película fuésemos nosotros.

- Suéltame, ¡hijo de puta! ¡con todo lo que he hecho por ti, y vas y te tiras a una que ni siquiera la conoces!- dijo con lágrimas en sus enfurecidos ojos.- ¿Follamos mientras ella estaba escondida en algún sitio no?- se libró de mi agarre y, empezó a abofetearme la cara.- Ícaro, en ese momento, se levantó a separarnos y, con una especie de abrazo desde la espalda de Bernadette, la levantó del sofá y, la apartó de mí

Bernadette rompió a llorar en los brazo de Ícaro, pero sin que nos diese tiempo a reaccionar ni a Ícaro, ni a mí, Bernadette se secó las lágrimas de los ojos y, sin decir nada, se fue de la casa dando un portazo.

- ¡JODER! - grité.

Al día siguiente a las cuatro de la tarde, Belf, Ícaro y yo nos dirigimos al bar para ver si encontrábamos a Balbás, con el fin de que algo se solucionase de una vez por todas, tan sólo nos quedaban dos semanas para tratar de reunir los veinte mil pavos, para que el lunático de Jaime no nos matase.

Estábamos a escaso metros del bar, Belf no dejaba de repetir que había que darle una paliza a Balbás, estaba enfurecido. A Ícaro le notaba distinto, parecía otra persona, la calma que siempre predominaba en él, había sido sustituida por una rabia incontrolada. Entramos al bar, vimos a Balbás jugando la partida con tres hombres más, como todos los domingos. Estaba tan tranquilo, mientras disfrutaba de un chupito de hierbas, y de su partida semanal, como si nada pasase, como si ningún resquicio de culpa quedase en él. Noté como Belf e Ícaro, al ver la tranquilidad del que nos traicionó, se enfurecieron aún más. Balbás no nos vio entrar, yo me acerqué a la mesa donde estaba jugando, como si nada pasase nada, le salude con una sonrisa como siempre, él me devolvió el saludo con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Qué tal tío?- me preguntó con un tono jovial.

- Pues nada aquí estamos.. hemos venido a tomar una cañita y, ¿tú qué tal?

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⏰ Last updated: Jun 22, 2020 ⏰

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