4 - 6 - 2020 11:40

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La televisión del coliseo no había parado de emitir imágenes, después de los recuerdos de la fiesta ahora estaba mostrando cómo al día siguiente nos reunimos Belf, Roland, Ícaro, Bernadette y yo, en el bar que solíamos frecuentar, para hablar del tema.

Era un bar humilde pero con muy buen ambiente, pasábamos ahí las tardes bebiendo cerveza, jugando a las cartas o a los dardos, Ícaro casi siempre nos ganaba a los dardos, y el perdedor le tenía que invitar una caña al que ganaba, osea que, siempre bebía gratis alguna que otra cerveza. El dueño del bar, un tío alto y fornido, era poco hablador pero muy agradable, siempre en nochevieja antes de la cena, bajábamos al bar y él abría unas cuantas botellas de champán e invitaba a todo el mundo, siempre tenía una clientela fiel y nosotros éramos uno de los que siempre elegíamos su bar para pasar el tiempo.

- Sentados en una mesa, con una cerveza cada uno, ,estábamos discutiendo sobre lo que pasó la anterior noche.

- Yo sigo pensando que la chica esa, Triz, tuvo algo que ver.- comentaba Belf con el ceño fruncido.

- No entiendo la fijación que te ha dado por ella, si estuvo toda la noche conmigo y con mis amigas.- añadió Bernadette indignada.

- Porque sí cojones, ¿quién si no? Casi todos los demás eran conocidos y, estoy seguro que nunca harían algo así, además, nosotros estuvimos toda la noche con la gente para que probasen y, negociando sobre las futuras ventas.

- Bueno, pues como te he dicho, yo estuve con ella toda la noche, dudo que haya sido.

- ¿Qué coño te ha dado por defenderla? Ni que fuese tu amiga de toda la vida.

- ¿No es mejor que veamos a ver quién, y en qué momento pudo entrar a la habitación, en vez de estar discutiendo?- Intervinió Ícaro exasperado.

- No sé, yo no ví a nadie entrar a la habitación, ni salir del salón.- dije

- Yo tampoco, estuve vigilando toda la noche pero nada.- añadió Ícaro.

Todos estábamos igual, no habíamos visto a nadie entrar ni salir del salón aquella noche, no sabíamos quién pudo ser, pero yo al igual que Belf seguía sospechando de Triz, no pudo ser nadie más, pero no encontramos nada en su bolso, estábamos desconcertados.

- Voy un momento al baño.- dijo Bernadette.

- Seguro que Triz tuvo algo que ver, ¿cuando te la tiraste en tu habitación no viste nada? , ¿fisgó en el armario o en algún otro sitio?- preguntó Ícaro cuando Bernadette ya estuvo lo bastante lejos para que no lo oyese.

- Anda que vaya tela, no contento con arriesgarte comprando a ese degenerado, le pones los cuernos a Bernadette el mismo día, muy bien Ocram. Ya te dije que no te arriesgases a comprar a ese proxeneta nada,¡ ni a él ni a ninguno joder!- me sermoneó Ronald, no le hice caso.

- Bueno, cuando me la estaba tirando me pidió uno poco, la saqué del armario y, nos pusimos unas.

- ¡Vamos no me jodas!, ¿pero eres gilipollas o qué te pasa?, ¿le enseñaste a una puta desconocida dónde guardabas nuestra mercancía? , ¿pero eres tonto?- dijo Ícaro alterado.

- No te pongas así, porque tu también lo hubieses hecho.- intervino Belf.

- Ya te digo yo que no. Si es que eres gilipollas hermano.

- Si que lo eres sí.- volvió a culpabilizarme Roland.

- Bueno pues lo siento, ¿qué le hago ahora? Además tampoco sabemos con certeza si fue ella.

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