Me vuelves loco [KatsuDeku]

¿Cómo Puedo Seguir?

—¡Ay!

Sintió como alcohol se deslizó por sus cortes, penetrantes su piel.

—Lo siento.

Mirio tomó un algodón y lo paso por encima de la herida.

—No es profunda, así que no dejará cicatrices —Suspiro—. Tú te hiciste esto, ¿verdad?

Izuku enrojecio de vergüenza.

«Que la tierra me trague vivo.»

También se podría pensar que alguien le hizo eso. Que alquien había sido tan malo, que agarro una navaja y le hizo esos horribles cortes.

Pero desde lejos podía ver que Mirio no le creería.

«Pero aún puedo intentar.»

—No. Esto me lo hicieron uno chicos ayer. Siempre me molestan.

Mirio unto crema cicatrizante en las heridas y las envolvió con vendas limpias.

—No te creo ni una sola palabra, pequeño Izuku —dijo con una sonrisa relajada.

Mirio se levantó de la silla y guardo todo lo que había usado para limpiar las heridas.

Izuku bajo la mirada apenado.

—Pero no voy a exijirte nada. Debes tener una razón para mentir.

Acaricio los vendajes con suavidad. Aún sin ver, sabía donde comenzaba y terminaba cada letra.

—Por cierto, ese chico se veía muy, pero muy molesto. ¿Es alguien que te molesta?

Se limitó a asentir con la cabeza.

No había pasado mucho tiempo. Y aún era muy temprano. Katsuki podía estar rodando por ahí, esperando a atacarlo y humillarlo nuevamente.

Se abrazo a sí mismo.

«Tengo miedo.»

No quería encontraselo en esas circunstancias.

Quería que Kaminari estuviera a su lado y lo abrazara fuertemente, diciendo cualquier cosa para calmarlo. Y que Shinso le acariciara la cabeza como consuelo.

—No creo que sea buena idea que te vayas solo. Puedo acompañarte si gustas.

—¿Q-qué?

Inmediatamente negó con la cabeza.

—N-no. No te preocupes. Y-yo no quiero molestarte más. Ya hiciste mucho por mi.

Había dos razones por las que no quería la ayuda de Mirio: 1) Lo acababa de conocer. Y 2) Enserio no quería molestarlo.

—No te preocupes. Tengo tiempo. Quedé con mis amigos en la noche, así que no tengo nada que hacer el resto del día.

Mirio tomó la mano de Izuku y lo levantó de la silla sin nada de esfuerzo.