CAPITULO XXVII: D I L E M A S

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Llegamos a los apartamentos donde vivía Charlie con una hora de anticipación, mi madre estaba nerviosa, pero a la vez su sonrisa irradiaba demasiada felicidad, sin embargo, yo también estaba nerviosa y algo preocupada porque no sabía que pasaría cuando volviera a ver Henry, sólo tenía en la cabeza las advertencias de mi madre y todo eso sobre comportarme.

La puerta estaba entre abierta, era un pent-house realmente, incluso era más grande que el de Henry, tenía un estilo más rustico, era muy bonito, los pisos y algunas paredes eran de madera, tenía una terraza con alberca en donde sería la cena, todo estaba adornado de flores blancas y moradas, lo que más me llamaba la atención era que tuviera varias habitaciones. Había unos cuantos meseros y el lugar olía a la comida, olía bastante bien. Finalmente, Charlie apareció, le dio un beso a mi madre bastante pasional lo cual a Clia y a mí nos incomodó un poco.

-Charlie, quería presentarte bien a Clia, mi hija mayor- ambos se estrecharon la mano y se pusieron a platicar, parecía que a Charlie no le alegraba mucho verme, lo cual realmente me daba igual, no buscaba la hipocresía tampoco. Me alejé de la escena hacia el balcón, me senté en una de las sillas y aprecié la vista.

- ¡Wow! Parece que Charlie no te agrada mucho- dijo Clia en tono sarcástico mientras se sentaba a mi lado con una copa de vino.

Puse los ojos en blanco - Me da igual, y me agrade o no, no hace que cambie de opinión acerca de la relación de mi madre con él –traté de ignorarla.

Comenzaron a llegar unas cuantas personas, mi madre como siempre sin despegarse de Charlie, y bueno, ellos eran los anfitriones así que no esperaba menos, me puse de pie y entré a la sala, Charlie tenía una pared llena de libros, me puse a mirar unos cuantos títulos a ver si había algo interesante pero la mayoría eran libros de medicina. –Henry tiene más que yo – acomodé mi cabello y me giré para ver a Charlie - ¿De verdad? - dije con una sonrisa sarcástica.

-Laurence, relájate, no quiero ser tu enemigo...- sonrió

-Ni tampoco mi amigo - respondí seco –No sé a dónde intentas llegar con esos comentarios fuera de lugar-

-No intento llegar a ninguna parte, ya me disculpé contigo Laurence...- me tomó suavemente del hombro y me alejó hasta un pasillo a solas – Estoy tratando de llevar la fiesta en paz contigo, si realmente hubiera querido afectarte o algo, tu madre estaría enterada de todo-

Dejé salir un largo suspiro, no iba a decirle que mi madre ya sabía parte de todo – Tienes razón, y gracias por al menos mantenerlo en secreto, de verdad deseo que tú y mi madre sean felices... lo digo muy en serio- tomé su brazo y sonreí suave.

- Te lo agradezco Laurence, sólo no quiero que nada arruine hoy- sonrió incómodo y se fue. Creo que al final trataba de advertirme lo mismo que mi madre noches antes, pero no supo cómo decirlo, aunque yo había entendido perfecto la indirecta.

- Laurence, ¿En dónde estabas? Me dejaste sola, te recuerdo que no conozco a nadie, yo no he convivido tanto con esta gente, así como tú- A veces Clia exageraba –Acaba de llegar un tipo guapísimo- susurró a mi oído

- ¿En serio? – arqueé una ceja

- ¡Sí! Tiene un cuerpo fenomenal y unos ojos preciosos, además es alto y tiene una barba muy sexy... – Tomé una copa de vino y seguí escuchándola – Creo que es el hermano de Charlie- Por poco tiraba el vino de mi boca cuando escuché eso. –...No sabía que tenía un hermano tan guapo- rio por lo bajo

Limpié mi boca y tragué saliva – Si... si, tiene un hermano menor llamado Henry- expliqué nerviosa

-Así que Henry... creo que debería presentarme...- se puso de pie pero rápido la tomé del brazo jalándola de nuevo a la silla -¡No!- reclamé – ¡No harás eso!-

Amor En NegaciónOnde as histórias ganham vida. Descobre agora