¿Problemas de casa?[Yaoi][IDOLISH7]

Canciones Ilógicas

-Mientras tanto, en un lugar muy muy lejano-

Lejos del increíblemente grande drama creado por IDOLiSH7 y TRIGGER, uno creería que cierto grupo de cuatro idiotas estaría bien, lastima que aquello era una gigantesca mentira y la realidad era completamente opuesta a tal mentira.

Lamentablemente para el líder de ZOOL, la situación en sus manos se veía de todo menos solucionable, y mucho menos se veía normal, más bien era completamente caótica y tampoco terminaba de creerla al 100%, aunque estaba viviéndola.

Lo último que era capaz de recordar de la noche pasada, en la cual por cuestiones del azar todos habían decidido quedarse en el departamento (incomprensiblemente grande) que Minami tenía, era haberse quedado dormido con Haruka en la cama de invitados que Minami (de nuevo, que por alguna incomprensible razón tenía), les había indicado.
Recuerda que había caído dormido escuchando a Haruka tararear algo que ahora mismo no recuerda, pero algo de lo que definitivamente está seguro de recordar correctamente es de que la noche anterior se había acostado a dormir con Isumi Haruka, un chico de 17 años, y había despertado con uno de, cuanto mucho, diez años.

El pequeño en cuestión estaba acompañado de otros dos niños que aparentaban un par de años más que Haruka, y los tres miraban a Touma como si fuera la luz más brillante del universo, aunque luego descubrió que esto era porque era el único que podía hacer comida medianamente comestible para ellos.

Intentó, con toda su fuerza, fingir que las cosas eran completamente normales, que todo estaba bien y que solo estaba alucinando, que no había manera en que sus tres compañeros se hubieran convertido en tres niños de, al parecer diferentes edades, pero que aun conservaban algo de las personalidades de sus amigos normales.

Haruka, por ejemplo, seguía teniendo aquella actitud que le decía al resto del mundo que podía joderse, porque él era lo mejor de lo mejor, y mientras Touma preparaba un desayuno para aquellos tres niños (y para él mismo), Haruka sin importarle si sus compañeros querían o no, comenzó a cantar un montón de canciones que Touma ni siquiera era consciente que el menor sabía.

O Torao, que aun conservaba su muy particular sentido del humor. Aquel maravilloso sentido del humor que en ocasiones solo a él le hacía gracia y en otras muchas nadie lograba comprender. Además de ello, estaba su gusto por los superhéroes, gusto que Torao no solía mostrar muy abiertamente, pero ahora parecía estar más que alegre de empujar a Haruka a cantar sus openings favoritos y de casi forzar a Minami a actuar de damisela en apuros que, por supuesto, él mismo salvaría. 

Minami igualmente seguía teniendo su actitud calma y pasiva, al menos hasta que alguien se atrevía a meterse con él, como lo fue el jarabe de miel durante el desayuno, pues éste se había atrevido a sacar DEMASIADO más jarabe del que Minami necesitaba, aunque Minami había sido en extremo cuidadoso con la botella, y era mala suerte la de ese jarabe, porque Minami no dudo ni un segundo en lanzarlo por la ventana. Y esa era prueba suficiente de que NADIE debía atreverse a meterse con Natsume Minami, aun con esa edad y tamaño.

Pero lo dicho, Touma intentó tomarse la situación con la mayor calma posible, al menos hasta que el desayuno hubo terminado y finalmente logró aceptar su actual situación como una real. Era lamentable, pero sus compañeros se había convertido de una mágica manera en tres niños que, aunque ligeramente inquietos, se comportaban bastante bien.
Escuchaban a Touma cuando éste lo pedía y la mayor parte de las veces obedecían sin quejas, y no era porque Touma fuera el líder o el único adulto en la habitación que estaba a cargo de ellos, ¡para nada! 

Los tres probablemente habían sido educados para comportarse aun siendo niños pequeños, y Touma no podía sorprenderse de ello, al menos no por Minami y Torao, siendo que ambos venían de familias ricas y exitosas en las que comportarse en sociedad frente a cualquier persona era TODO. Pero para Haruka, Touma solo podía suponer que Kujou Takamasa le había enseñado a comportarse de cierta forma frente a los adultos, reglas básicas de obediencia y modales, o, tal vez, Haruka simplemente se había acostumbrado a ser de esa manera por su abuela.