I'm With You

Capitulo dos.

''Idiota. ''

Típica rutina de todos los días, 7am arriba, jodidas vacaciones de invierno. Tomé mi toalla y mi caja de pastillas, me encaminé hacia el baño como todas las mañanas. El frío se hacía presente en el lugar, giré la llave de la ducha haciendo que el agua caliente comience a caer, caminé hacia el lavamanos, abrí mi caja de pastillas, tomé tres de ellas y las coloqué en la palma de mi mano, las miré asqueada, tomé el vaso que contenía agua, acerqué mi mano a mis labios y para introducir esas pastillas en mi boca, bebí el agua del vaso, me miré en el espejo y tragué las pastillas.

Llevé mis manos hacia el extremo de mi remera para tomarla y levantarla rápidamente, tirándola en algún lugar del baño y repetí la misma acción con las demás prendas, al estar totalmente desnuda me vi en aquel espejo. Horrible, asquerosa, enferma, idiota, esas palabras se me hacían presente en mi cabeza una y otra vez, ignorando mis pensamientos me metí en la bañera para comenzar a ducharme.

Una remera de Kiss negra, mi campera de cuero vieja, jeans viejos y rotos, y botas negras.

Comencé a caminar por las viejas calles de mi ciudad, gracias a dios la nieve había tapado el vómito de la chica, reí ante mi pensamiento y saque mi atado de cigarrillos, aquellos mentolados a los cuales le daba una calada siempre que tenía la oportunidad, lo coloque entre mis labios mientras guardaba aquella caja en mis bolsillos, saqué un encendedor e hice aquella ''carpita'' con mis manos mientras lo encendía, le di la primera calada haciendo que el humo llegara hasta mi garganta para luego exhalar lentamente. Mierda, reí irónicamente mientras caminaba hacia aquella academia a la que asistía diariamente.

Al llegar no se oía ningún ruido, ninguna voz u otro sonido similar, parecía que se encontraba abandonada, era igual a una película de terror, reí ante mi pensamiento y caminé hacia la puerta de aquel edificio, al entrar la estúpida de la secretaria me sonrió con su típica sonrisa falsa, le devolví el gesto y camine hacia la oficina del director Peterson, solo tres golpes bastaron para que un "pase" se escuche del otro lado de la puerta.

Giré la perilla y mire al hombre sentado en aquella silla de cuero alta, tome asiento frente a él y sonreí.

–"Tio Jack."

–"Sky, aquí soy el Director Peterson."

–"Buenas tardes, Director."

–"¿Tu madre como esta?"

–"No vine a hablar de mi madre."

–"¿Entonces?"

–"Vine por lo del intercambio."

–"¿Estas jodiendo?"

–"¿Me estoy riendo?"

–"No, pero cuando te comente lo del intercambio, me rompiste el folleto en la cara."

–"Decidí que iré."

–"Es un honor que vayas a representar a la academia, AMAD Academy es una de las academias más importantes."

–"Lo sé."

–"Sky, yo no te propuse lo del intercambio porque soy tu tío, eres la mejor en artes visuales en este establecimiento, tu promedio es de diez."

–"Odio cuando exageras"

–"Sé que tienes miedo por lo de tu... bueno, eso y dejar a tu madre, pero estar sola es una oportunidad muy buena Skyler, deberías aprovecharla."

–"Ire."

–"El vuelo sale mañana, Santino irá en Noviembre junto a Dylan, pero los dos irán a diferentes casas."

–"¿QUE?"

–"Lo que oíste."

–"¡ADELANTASTE EL VIAJE!"

–"La academia lo adelantó, necesitan que los estudiantes se presenten en los establecimientos el lunes que viene. En tu caso, tienes que presentarte en la AMAD de Australia. Les avise a todos el mes pasado que el vuelo se adelantaba, oh espera, la señorita Skyler Brooks no ha confirmado aún."

–"te odio."

–"Mañana tienes que estar viajando a Australia, tienes una semana para acomodarte en el lugar que la academia te brinda y el lunes próximo empiezas."

–"Me voy."

–"Mañana 5 am en el aeropuerto."

–"Adiós Director Peterson."

–"Adiós señorita Brooks, saludos a mi hermana de mi parte."

–"Bueno."

–"Deja de fumar, el olor lo sentí."

–"Adiós."

Salí del establecimiento riendo por las palabras de mi tío, tome un cigarrillo de la caja y volví a repetir las acciones de hace unas horas atrás.

Llegué a mi casa, quité mi campera y me dirijo a la cocina, para poder preparar un sándwich, moría de hambre. En un vaso me serví un poco de gaseosa y me senté a comer.

Cuando terminé, me levanté y me dirigí al mueble, tomo un plato, en el cual coloco un sándwich y lleno un vaso con gaseosa, para así poder llevarle el almuerzo a ella, cuando estaba por salir de la cocina veo a mi mamá, sentada en el otro extremo de la mesa.

–"Ma, estaba por llevarte comida."

–"Ya comí."

–"Ah, bueno lo comeré más tarde."

–"Lo comerás ahora, estoy enojada Sky, me mentiste. ¿Por qué no me hablaste del intercambio?"

–"Porque no iba a ir."

–"Es una oportunidad y la desperdicias."- Comentó gritando.

–"No grites, no tengo ganas de pelear y no molestes, ya acepte esa beca y mañana sale el vuelo tengo cosas para hacer."

–"Al fin, ya no me trataras como a tu hija."

–"¿disculpa?"

–"Que yo puedo cuidarme sola, no necesito que me cuides, ándate y aprende a cuidarte sola."- La actitud que mi madre poseía en este momentos era demasiado extraña, me tomó por sorpresa, me molestó y demasiado.

–"Como digas, entonces si te mueres no va a ser porque yo no este, si no que va a ser porque te cuidaste mal."

–"No me hagas reír."

–"Iré a armar las valijas, esta noche saldré."

–"No saldrás, no te dejaré."

–"Oh descuida, no necesito que nadie me dé órdenes, tengo que aprender a cuidarme sola."

Al decir eso mi madre bajó la mirada, rodee mis ojos y me encamine por aquellas escaleras, subí de manera lenta y pausada, no tenía ganas de nada realmente, al llegar al baño abrí el maldito cajón que solía abrir constantemente, tomé aquella caja azul de pastillas, agarre unas cuantas y las coloque en la palma de mi mano, agache mi cabeza y lleve mi mano hacia mi boca, tragando todas las pastillas, sin agua, cerré mis ojos fuertes, casi apretandolos y suspire.

Hoy sería una larga noche, mis valijas ya estaban hechas y lo único que se encontraba en mi habitación era un mueble con algunas cajitas llenas de juguetes, me llevaría todo, un conjunto de ropa para salir esta noche se encontraba sobre mi cama y el conjunto para viajar sobre mi silla, tome la remera, casi vestido, color negro y me la coloque, hice lo mismo con mis medias negras largas que me llegaban hasta un poco más arriba de las rodillas, borcegos negros y ya estaba lista. Mi cabello caía hasta la mitad de mi espalda, estaba ondulado en estos momentos, me maquille de manera simple, un poco de brillo en mis labios y delinee mis ojos de un negro fuerte y ya estaba lista para la acción, hoy me despido de todos y lo haré de la mejor forma.