Capítulo 18

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A pesar de la pelea física que tuvimos con Willy, luego a la noche cuando ya todas las luces se encontraban apagadas y yo estaba dejando mis pantuflas de panda al lado de mi cama, él se acercó. Estaba al lado de mi cama y yo me encontraba mirándolo, mi habitación estaba oscura y solo el ordenador iluminaba el borde de nuestros cuerpos expuestos a la luz. 

- Gracias - dijo Willy después de unos segundos parado allí sin decir nada. Se sentó a mi lado y nos quedamos mirando fijamente. 

Muchas seguidoras de Willy morirían por estar así en este momento con él, con miradas fijas. Pero somos hermanos. Debo confesar que si yo no fuera su hermana tal vez me gustaría un poco él... Un poco. O tal vez mucho. Todos estos años con Willy me hicieron conocerlo del derecho al revés, de adentro para afuera, de lo blanco del ojo a las pestañas. Por lo tanto creo que conociendo que es tan solidario, amable tan buena persona... Habría posibilidades de estar con él como algo más... ¡¿Pero qué digo?! Es mi hermano y punto.

- ... Por lo que dijiste en la mansión - agregó ahora mirando al suelo. Si algo no le falta a Willy era la timidez. Es la persona más tímida que conozco y al simple comentario vergonzoso sus mejillas se tiñen de color rojo. Me da ternura.

- No tienes que agradecer, ese hombre se lo merecía. Lo que no se merece es tener la virtud de tener un hijo como... ¡Es que es tonto! - grito furiosa. No sabe lo enojada que estoy y no quiero que lo sepa. Estoy satisfecha con haberle dicho todo a mi padre y terminar de aguantar esas miradas y comentarios en contra de Willy.

Entonces coge mi mano y sonríe levemente tirando su mejilla hacia un costado. - Eres la mejor hermana que alguien podría tener - suelta de repente. Me sonrojo ante el comentario. Es lo más dulce que me ha dicho en toda mi vida. Los ojos se me cristalizan y es que Willy --como dije antes-- siempre fue tan frío y sin emociones con migo...

Me doy cuenta que últimamente me encuentro llorando por todo y perdí todas mis fuerzas de la antigua ____ que no le afectaba nada. Lo aprendí de Willy. Él siempre fue tan fuerte ante todo, el ser tan frío le servía para que las críticas de toda mi familia y de mis padres hacia él fueran leves. Me afecta tanto recordar lo mal que fue tratado por todos. Las sonrisas falsas en sus cumpleaños al sacarse fotos con él, las ofensas que tuvo que soportar y las tremendas ganas de llorar que se guardó para seguir firme y parecer un tío fuerte. Por todas las cosas que pasó hoy es como es. Pestañeo un par de veces, eso ya pasó, me digo a mi misma y me creo.

Nos abrazamos y aprovecho a hacerlo con todas mis fuerzas tratando de que alguna manera sienta cuento lamento lo que vivió. Deseo tener una máquina del tiempo cambiar todo eso. Aprieto mis ojos, Por favor ___ no llores, tú no eres así, me repito un millón de veces en mi mente y funciona. Willy se separa de mí aun con esa sonrisa -sonrisa de ganador- Y se levanta caminando hacia la puerta.

- Guille - llamo su atención con esas imágenes de cuando éramos pequeños en mi mente. Cuando me enseñó a jugar a los Segas, cuando se me salió mi primer diente y yo gritaba su nombre - ¡Guille, Guillermo! - Y corría alegre hacia él entregándole mi diente de leche. Tantos recuerdos felices y algunos no tanto.

Él se voltea. <<Yo tuve las cosas fáciles>> Pienso. - Te quiero muchísimo, de aquí hasta donde llegue Sony con la velocidad de la luz- le digo recordando lo que le dije una vez que terminamos de jugar Sony y él solo me miró serio y se encerró en su habitación. No me importa, yo te quiero igual, seguí pensando después de eso.

Volvió a sonreír y se volvió hacia mí. Fingió estar serio y enojado - Yo muchísimo más que eso - y cerró la puerta dejándome sola con la luz del ordenador brillando a mi lado. Amo a mi hermano.

Los amigos de mi hermano (Vegetta, Rubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora