Capítulo 29: Misión de Facción #4

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La caravana se detuvo, debido a que una enorme criatura impedía su avance y obstaculizaba su camino.

Káel asomó su cabeza y lo que vio lo dejó desconcertado. Poniendo sus ojos en blanco, y señalando a Killian con furia, gritó:

"¡Killian, bastardo! ¿Acaso lo haces con osos o como demonios es que los encuentras siempre tan fácilmente?"

El carruaje en el que viajaban Morgani, Desmond y Aldair, que se encontraba en tercera posición, se frenó abruptamente; y todos los carros de comercio que estaban detrás de este debieron hacer lo mismo.

~ ¡¡Groaarr!! ~

Otro poderoso rugido se escuchó en el bosque nevado y todos pudieron notar claramente que el problema vendría de una pareja de osos rojos, que volvían de lo alto del gigantesco monte cercano y estaban por ingresar al bosque por el mismo sendero que ellos transitaban.

Otro poderoso rugido se escuchó en el bosque nevado y todos pudieron notar claramente que el problema vendría de una pareja de osos rojos, que volvían de lo alto del gigantesco monte cercano y estaban por ingresar al bosque por el mismo sendero qu...

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Pero Killian parecía más temeroso de Káel, que de los dos enormes osos que yacían frente a él. La última vez había aprendido algo importante. Los osos podrían matarse fácilmente con magia si trabajaban juntos, pero él moriría todavía más fácil si volvía a decepcionar al niño demoniaco otra vez.

Esta vez había una pareja de osos frente a ellos, pero nadie se vio demasiado afectado por esto. Ya no eran los mismos aprendices novatos que en el pasado.

Killian hizo los canticos rápidamente, y concretó su poderoso conjuro.

"Fera Impetus Tempestatis" (Torbellino Salvaje)

Esta magia era una mejora de su Impetus Tempestatis (Torbellino), la cual anteriormente había sido su máxima arma.

A diferencia de su antecesor, el viento provocado por el Fera Impetus Tempestatis giraba más locamente y rápido, haciendo que su poder destructivo sea superior, al igual que su gasto total de maná.

Tullido, que estaba en el segundo carro, no era tan rápido como Killian a la hora de atacar con magia, y además estaba más alejado de los objetivos, por lo cual, prefirió arrojar hacia los osos a un par de las esferas hechas con alquimia, que Káel le había entregado, las cuales denominó como esferas del terror.

Káel había sido muy perezoso como para ponerle un nombre a su reciente creación, por lo cual, Tullido decidió hacerlo en su lugar.

El fuerte viento, provocado por Killian, restringió la movilidad de los osos y los cegó parcialmente, al levantar una pequeña tormenta de nieve en el lugar.

El Torbellino Salvaje había arrastrado la nieve y las rocas del suelo, mientras impactaban con fuerza contra las duras pieles de los osos rojos.

Aunque no era suficiente para dañarlos, todavía los restringía bastante. Pero fueron las esferas del terror que lanzó Tullido, las que verdaderamente concretaron el trabajo.

Mi Séptima Reencarnación ✔️ Libro 1 ✔️ Deidades Arcanas saga ✔️ COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora