Capítulo 24: Táctica de Combate

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Mientras intentaban no hacer sonido alguno, para evitar ser detectados, el grupo estaba totalmente expectante. Ante la menor señal de alerta, se lanzarían al ataque o correrían directo hacia la Gran Biblioteca. Este no era su negocio y no creían que debieran involucrarse en asuntos ajenos.

Pero Káel no estaba tan seguro de esto. Él conocía bien a estos dos y aunque podrían hacer algunas cosas turbias a veces, jamás serían tan valientes como para atreverse a robar algo en una facción importante.

Además, sin importar como lograron llegar hasta aquí, era claro que habían producido alguna clase de milagro y que ahora se habían convertido en aprendices.

Káel sabía que Lennox y Nicov no tenían demasiado talento mágico y era probable que les tomara un par de años llegar hasta este pabellón. Pero apenas había pasado un poco más de 6 meses desde la última vez que los vio, al abandonar el pabellón de novicios, y estos dos se las arreglaron para llegar hasta aquí de alguna forma. Sin duda esto fue toda una sorpresa para él.

Lentamente, e intentando no llamar la atención, Káel asomó su cabeza, para intentar entender mejor la situación.

Dos bolas de grasa enormes se mostraron ante él.

"..." Káel se quedó atónito. La imagen de estos dos que tenía en su cabeza no coincidía con lo que veían sus ojos ahora.

« ¿Cuánto han comido estos bastardos desde la última vez que los vi? ¡Deben pesar el triple que hace medio año atrás! » Káel se quedó estupefacto, viendo a estos dos gordos que antes eran un palo. De hecho, llamarles gordos era un poco escaso, la palabra correcta sería globos. Dos enormes y perfectamente redondeados globos.

« ¿Acaso abandonaron la magia para dedicarse al sumo profesional o qué demonios sucedió aquí? »

Mientras todavía estaba aturdido por el nuevo físico de estos dos, Káel notó que el arquero del grupo enemigo, quien parecía ser el líder de entre los cinco perseguidores, apuntaba con su arco directo hacia la rodilla de Lennox. Estaba listo para disparar en cualquier momento y lesionarlo gravemente.

Él sabía qué si quería ayudarles, debía hacerlo ahora. Ya que cargar con un lisiado luego sería mucho más problemático para él.

Káel observó el prendedor que portaban el grupo de perseguidores y apretó sus dientes con fuerza ¿Podría ser peor la situación?

« ¡Hijos de la Noche! Una de las facciones más grandes y también la misma a la cual pertenece Sheila... ¿Por qué estos dos idiotas debían ofender a esta poderosa facción entre tantas qué hay? » el cerebro de Káel daba vueltas, mientras se preguntaba si debía actuar o no.

Esta no era una elección sencilla para él. Si tenía éxito y lograba salvar a estos dos, se haría de un poderoso enemigo que podría costarle la vida en un futuro. Pero esto era solo si tenía éxito, en caso contrario, posiblemente moriría en unos pocos minutos desde ahora debido al contrataque enemigo.

Por otro lado, él dudaba sobre los beneficios que tendría al salvar a estos dos. Incluso si se unían a su facción como agradecimiento ¿Qué podrían aportarle a su equipo estos dos gordos? Ya eran bastante mediocres cuando tenían un físico normal, pero ahora...

El bosque era un lugar peligroso, donde tener pies ligeros y ser discreto era un elemento básico para la supervivencia. Pero estas dos esferas eran exactamente lo contrario a esto.

« Estos dos posiblemente no puedan correr demasiado con esos enormes físicos... ¿Qué utilidad pueden tener en un lugar como este? » pensó Káel, mientras recordaba cuantas veces había muerto en el pasado por intentar jugar a ser un maldito héroe. Él se juró que en esta vida no haría cosas que no le dieran algún beneficio tangible y real. Y definitivamente, si ponía todo en una balanza, no había forma de que ayudar a estos dos sujetos fuera lo más conveniente para él ahora.

Mi Séptima Reencarnación ✔️ Libro 1 ✔️ Deidades Arcanas saga ✔️ COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora