Ser Virgen no te hace menos Pecador

Începe de la început
                                    

Craig lentamente lamió cada lágrima, sonrió ladeadamente al notar las involuntarias contracciones del rubio.

- Voy hacer que conozcas a Dios si sigues así Honey- sonríe con una pizca de broma y libido- Esto a penas comienza...

El azabache levanta su torso y encima de él se quita la chaqueta con la polera, dejando expuesto su buen formado abdomen, el menor solo podía morderse el labio inferior.

Como si fuera de depredador a su presa,el azabache se tira encima para morder aquel fino y blanquesino cuello, cada mordida, y lameton dejaba irritada la piel, marcando por dónde pasaran sus labios, el rubio entrelazan sus dedos en el cabello del azabache, no sabía si se retorcía debido a su déficit, o por el placer causado por él azabache, podían ser ambas, y que dejaban su cuerpo a merced del mayor.

Craig comenzó a desabrochar con impaciencia la camisa del rubio, estuvo q punto de rompersela, pero mantuvo la compostura, no quería asustar a su Honey, pero la idea de poseerlo lo devoraba, era una fantasía que lo enloquecía cada noche antes de dormir.

Los pezones del rubio quedaron a la vista al soltar aquellos odiosos botones que se interponian en su misión de tocarlos, morderlos, lamerlos, saborearlos y jalarlos.

Los ojos pardos del azabache se centraron en aquellos botoncitos rosados que decoraban la piel del menor,estaban tan levantados que decidió jugar con ellos un rato.
Sostuvo a Tweek sentandolo en sus piernas, el rubio podía sentir como si le apuntaran con un arma o algo duro en el trasero, por otro lado Craig se situo atrás de él, al lado de su nuca, hombros cuello y oreja, sitio perfecto para enloquecer al rubio adicto al café.

Las manos frías del mayor comenzaron a manosear el abdomen del rubio, que este a la intimidación empezó a morderse uno de sus dedos, para evitar gemir como salvaje.

Craig molesto por ver qué su pareja intentaba limitarse, resopló en la nuca de este haciendo que sus pezones se pusieran todavía más duros, con sus dedos peñizco uno de ellos y el otro jugaba con sus dedos golpeándolo de arriba abajo.

Tweek comenzó a gritar y gemir el nombre de Craig, se estaba perdiendo en la pasión, quería masturbarse, pero en el momento que bajo la mano sus pezones fueron fuertemente apretados y jalados por el azabache que lo miraba sádicamente.

- Todavía no mi "Sweetie Boy"- le sonríe mientras le da unas estocadas de advertencia en el trasero- Todo a su debido tiempo...yo también quiero sabes...~

- Ngh C-craig no seas tan brusco - decía con un hilo de saliva en su boca

- Para decirme eso,...vaya que lo disfrutas Sweetie- le lame el cuello haciendo que esté de un gemido repentino.

El azabache recostó boca abajo al rubio, después de haber jodido por un buen rato esos pezoncitos rosados.
El rostro del rubio estaba completamente rojizo igual que su abdomen, su piel lechosa estaba llena de marcas moradas y rojas, de mordidas y chupones.

Craig se enfocó ahora en la espalda del pobre niño que tenía torturosamente con una erección, la intención del azabache era clara, hacer que él más bajo de los dos se corriera sin necesidad de tocarse.
El sabía la debilidad de su amante de la nuca hasta la espalda, justo en la médula espinal, allí tenía un punto de debilidad.

Con sus manos, masajeaba el estómago del menor mientras que con su lengua juguetona se enfocaba en darle muchas lamidas y besos a esa espalda extremadamente delgada, que aún que odiar admitir le facina esa contextura, era eso o simplemente era adicto aquél rubio.
Con sus colmillos medio su espalda, en la médula espinal, el rubio se encorvó completamente la lengua del azabache tras la mordida se hacía presente juguetonamente, se intentaba tapar la boca pero era imposible, como fue imposible sentir como si miembro se iba hinchando a tal grado que ya no se pudo contener más.

Sweetie Boy - CreekUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum