Ser Virgen no te hace menos Pecador

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La frialdad de la habitación, era calentada poco a poco por ambos jóvenes abrazados, realmente estaban estresados.

Por un lado teníamos al joven rubio con problemas a la cafeína que se negaba a contarle a Craig qué el matón de la escuela es su nuevo amigo.
Y por el otro lado a Craig, que tenía miedo que aquél delincuente pusiera sus garras en su preciado rubio de ojos turquesa.

Ambos deseaban comprender la actitud del otro, simplemente Tweek comprendía por completo a Craig, pero Craig que no sabía nada de la amistad de Tweek, lo consumía la duda porque aquél joven peliaban sin razón aparente.
Normalmente por muy absurda o loca la respuesta al menos había lógica, algo que entender...ahora simplemente no había nada.

Craig toma distancia lentamente sin dejar de sujetarlo, puede ver como él menor de ellos temblaba bajo sus brazos, sus ojos se posaron en la entrepierna del menor, la cuál seguía muy dolorosamente levantada.

- Amor..., Estamos algo sensibles...-intentando mirar hacia otro lado

-Ahg...C-craig...-nóta que aún tiene el bulto en su entrepierna.

Las mejillas del rubio se tornaron rojizas, tomando una mezcla en su piel lechosa de degradación estupenda,sus ojos brillaban con deseo, aquellos orbes estaban cristalinos ya sea por la mezcla de sentimientos entre tristeza y placer.

Son jóvenes, adolecentes explorando su sexualidad, sus hormonas aún siguen en el pique más alto, y un momento incómodo no va a deshacer la exitación que siente el rubio y la que está empezando a surgir en el azabache.

- Tweek- lo mira directamente a los ojos- si quieres me voy y tú puedes proseguir...si lo deseas- suavemente toca la mejilla del menor- No quiero hacer algo que no quieras amor.

El rubio lentamente posó su mano en la palma fría del azabache, aquella mano que se localizan en sus mejillas rozagantes, ambos hicieron contacto visual, de ellos unas pequeñas lágrimas cristalinas salían de las orbes turquesas, solo ellos sabían que esas lágrimas no eran de tristeza, era de un placer que hacía temblar las piernas del menor, y que provocaban que al mayor empezará apretarse al pantalón a la piel.

- Craig...ngh...-se aferra al azabache- porfavor... cógeme.

El joven azabache tenía un rostro inexpresivo, su palida piel casi nunca tomaba color, pero en ese momento, en ese instante, su rostro se vio sorprendido, nunca pensó oír esas palabras del rubio, simplemente si ocurría la ocasión pues pasaba...pero esto se sentía diferente a las otras ocasiones.

Iban a coger..., con todo, su "honey" se lo estaba pidiendo, y él jamás dejará esperando a su honey, mucho menos si él mismo estaba caliente, nadie podría detener esto.

-Oh Cariño~, creeme si llegan tus padres, ni aún así me detendré- lo toma embrazos- prepárate bebé, la cremallera de mi pantalón está a punto de romperse de tan solo verte así.

Lo lleva a la cama entre jadeos y gruñidos, ambas bocas deseaban unirse pronto.
Craig se posa encima del rubio, que simplemente se dejaba a Merced del azabache.
Lentamente el de ojos pardos se relame los labios, deseoso de devorarse al fin a su preciado rubio. Lentamente se acerca a la oreja del menor haciendo que esté de un leve gemido y lo mire de lado- My Honey - Le susurra ronroneandole aquellas palabras y finaliza lamiendole el lóbulo de la oreja.

-Ngh ¡Gha!- cierra fuertemente los ojos dejando caer dulces lágrimas de lujuria.

El azabache no quería desperdiciar nada del rubio, besó cada lágrima que caía, mientras que sus manos traviesas comenzaban a moverse en el abdomen del menor, haciendo que esté gimiera y se revolcara de cada toque que quemaba su piel.

Sweetie Boy - CreekOnde as histórias ganham vida. Descobre agora