Fic Jalec

Sexta Parte - (Jace's POV)

Jace se despertó sumido en una oscuridad incompleta. La luz de una luna creciente se colaba entre por la ventana y trazaba dibujos bailarines en la pared y el techo cuando las cortinas ondeaban a causa de una leve brisa.

Sin embargo, la oscuridad que reinaba en sus sentidos no parecía querer disiparse. Apenas si podía recordar su propio nombre. Había bebido, eso estaba claro. Y no porque lo recordara de alguna forma, sino porque podía oler el alcohol aun en su aliento y en su persona. No recordaba la última vez que había bebido tanto. No lo hacía muy seguido tampoco. Sólo alguna que otra vez, y casi nunca se pasaba de la raya.

Se movió ligeramente entre las cobijas y fue levemente consciente entonces de alguien abrazándolo, pero se sentía demasiado adormecido como para preocuparse por eso. Sus ojos volvieron a cerrarse y la oscuridad se lo tragó otra vez.

***

Lo que sucedió entre el instante en que se desmayó en la taberna, y el momento en que se despertó arropado en una cama ajena, Jace no lo recordaba en absoluto. Una ligera caricia sobre su pecho, cerca de su hombro, lo había despertado. Sin embargo, intentar abrir los ojos era como clavarse mil dagas al mismo tiempo en el cerebro; y le pesaba demasiado el cuerpo como para tratar de moverse aún. Sentía a alguien a su lado. ¿Clary? –se preguntó. Pero la presencia de Clary era tan familiar contra su cuerpo, que no podría confundirla. Y aquello no se sentía familiar. Cerró los ojos con un poco más de fuerza e intentó recordar algo de la noche anterior. Acudieron a él vagas imágenes de Alec, una botella y un bar. Oh Dios, no. Pensó luego. Alec no dejes que me haya emborrachado y  haya llevado a cualquier chica a casa… No podía imaginar soportar la idea de tener que mirar a Clary a los ojos si la había engañado con alguien más. Iba a matar a su parabatai si le había dejado hacerlo. Abrió un ojo lentamente, temiendo lo que pudiera encontrarse a su lado en la cama. Se sorprendió sobremanera al ver que no era una chica quien compartía la cama con él, pero a su vez se sintió aliviado de que fuera Alec. Al menos era seguro que no había hecho ninguna locura si estaba aquí con él. Notó entonces que aquella cama extraña era la cama de su parabatai. Estaban en su habitación, en el Instituto. Todo estaba bien entonces.

Se disponía a incorporarse cuando oyó a alguien aclararse la garganta.

Entreabrió los ojos lo suficiente para poder ver la expresión de Alec. Vio el desconcierto cruzar su mirada, luego vino la comprensión y, finalmente, la vergüenza. Jace no tuvo que mirar hacia la puerta para saber quién se encontraba allí. Lo supo incluso antes de oírle hablar.