Thiago Miller
Es un nuevo día y eran como las cinco de la tarde cuando Hanna y Jeremy habían venido a mi casa para decirle a mi madre que me permitiera ir a la casa de Jeremy. Y ella, como ellos esperan, les había dado el sí. Eso sí yo estaba dispuesto. Hanna me lo pidió mil veces y terminé aceptando.
***
Estaba entrando por la puerta cuando algo peludo en el suelo de color blanco con manchas negras ladraba en frente mío. Me sobresalté del susto y Jeremy tomó la cosa peluda en sus brazos.
-Solo es mi perrita Jaimy. No hace nada, Thiago.
-Es un perro.
-Sí.
-Hola Thiago-una mujer alta y castaña salió de una sala a mi izquierda y se diría hacia mi con una gran sonrisa reluciente-. Es un gusto tenerte aquí-me dio un ambrazo y me estremecí un poco.
-Thiago, ella es mi madre Rossali.
-Es un placer señora.
-Me contaron que fuiste al super ayer.
-Así es, señora.
-Ya déjalo mamá. Todo esto es nuevo para él. Llévate a Jaimy a mi cuarto y nosotros estaremos en el área de la piscina.
-Claro-tomó la perrita peluda en sus brazos que Jeremy le extendía-. Luego les llevaré algunos aperitivos-y empezó a alejarse mientras sus tacones resonaba en el suelo y fue acompaño de un ladrido de la perrita peluda
—Gracias, Ma—gritó Jeremy a sus espaldas.
—Fue un placer Thiago—gritó Rossali y me hizo sonreír.
***
Me senté en una pequeña silla reclinable, esas de las que las personas llevan a la playa y de las que tienen las personas en sus piscinas. Observaba a Hanna en la piscina nadar con Jeremy. Su pelo casi tapaba sus ojos cuando estaba mojado. Hanna nadaba al alrededor de Jeremy y luego ambos se perdieron bajo el agua. No los veía por ningún lado, por lo que me puso nervioso y cuando me fui a poner de pie los vi salir del fondo y reír.
-Creo que he ganado. Salí último que tú Hanna-dijo Jeremy-. Oye Thiago, ¿seguro que no quieres venir?
Saqué la pajilla de mi boca al tomar de mi limonada-No gracias. No tuve una bonita experiencia la última vez.
Ambos rieron.
-Vuelvo enseguida. Debo ir al baño-dijo Hanna.
-Yo también-dijo Jeremy.
-Vale-les grité y seguí con mi limonada viendo como ambos se alejaban hacia el interior de la casa chorreando agua de sus cuerpos.
Se perdieron en el interior de la casa y llevé mi mirada a la cerca que rodeaba el patio tintada de color pino. Luego miré la piscina y dejé el vaso de la limonada vacío encima de una mesita a mi derecha.
-Tú debes ser Thiago.
Levanté la vista y me encontré con un chico sin camiseta y muy alto de pelo muy rubio al igual que Jeremy. Vi su abdomen plano y luego sus ojos verdes. Era Elliot Jonkins. El hijo mayor de los Jonkins.
-Sí.
-Soy Elliot, el hermano mayor de Jeremy.
-Lo sé.
-¿En serio? Creí que no. Ya sabes, por...
-Sí. Porque nunca había salido de casa.
-¿Y cómo lo llevas, Miller?
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A Través De Tu Ventana ®© #1
Teen FictionMi mundo hasta hace poco, se definía en dos palabras: Cuatro paredes. No conocía nada más que estas cuatro paredes y algunas que otras partes de la casa. Todo esto debido a que nunca he salido de casa y dado a que nunca lo haría. Mi enfermedad me im...