Capítulo 4

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La sangre de la realeza,  conlleva sufrimiento,
pero sobre todo,
sacrificio...

No soy inocente.
No soy la chica callada del final del salón.

Eso no significa que fuera mala persona, nunca fui mala persona. Tan solo tenía el papel que me habían asignado, era mi destino ser así y no importaba cuánto rechazara serlo. Nadie me iba a tomar enserio si no hacía que lo hicieran. Ellos me obligaron a ser el monstruo que  soy.

Sé que hay algo de mí pasado que no recuerdo pero, aún así siempre he sentido el dolor en el pecho y no sé de donde proviene o qué lo ha ocasionado.

Se escuchan mis sollozos en el aseo de mujeres y oigo unos golpes en la puerta de dónde me encuentro. Veo sus zapatos negras moviéndose impacientemente por debajo de la puerta.

—¿No crees que es hora de que dejes de lloriquear de una vez? — Suelta aquella chica sin más y sus palabras me enfurecen, pero me quedo en silencio.—Todos decían lo perra que eras hace 3 años y ahora todo el mundo te ha perdido el respeto, estoy segura de que es intolerable para ti,¿no?

—Cállate, tú no sabes nada de mí.—Mi voz sale en un susurro.

— ¿Qué has dicho?

—Que te calles.— Alzo mi voz. Abro la puerta de golpe, pero ella logra esquivar el golpe que le hubiera propanado.

Su aspecto es peculiar, tiene un eyeliner muy grande y marcado,sus labios son grandes y tiene la nariz redondeada, pero lo que más llama la atención es como sus ojos azules combinan con el azul de su largo pelo. Ella esta masticando un chicle y hace una burbuja con él.

—Tranquila chica,soy Blue.— Ve mi confusión en mi cara hacía su nombre y ella riéndose se apoya en las fuentes, ¿Al parecer es fanática del azul?

—¿Qué es lo que quieres, Blue?—Hago énfasis en su nombre y seguidamente cruzo mis brazos esperando una respuesta.

—Solo quiero ayudarte, a mí me gustaría que me ayudarán a si estoy así, como lo estás tú ahora.— Dice mientras me mira de arriba a abajo con cara de pena.

—No estoy perdida y no necesito tu ayuda.— Le aclaro mostrando mi enfado que ha provocado sus palabras.

—Piensa mejor en mí cómo una amistad nueva, dispuesta a ayudarte.

—No te necesito, Adiós.— Me alejo de ella y cierro la puerta dejándola allí dentro.

En mí cabeza murmuro acerca de su actitud:
—Pero que se cree esta cretina, de venir a hablarme así, como si no pudiera valerme por mi misma y ella fuera mejor que yo. Aunque después de todo quizás lo sea, es decir, ya no eres la misma. Tu querías ser normal, no? Yo quería ser normal, ¿Entonces por qué lo hecho tanto de menos?

Camino por los pasillos, no hay nadie porque todos están en sus respectivas aulas, yo decidí saltarme las clases hasta el patio. Así puedo evitarme unas horas de sufrimiento totalmente innecesarias.

Me siento sobre unas pequeñas escaleras que hay en el patio. Están cerca de la fuente y dan paso a un bloque dónde se sitúan las clases de arte. Alzo mi vista en el cielo y lo observo detenidamente. Un verano no es suficiente para poder volver a la normalidad. Me han obligado a hacer cómo sí nada hubiera pasado y es que a nadie le interesa que haya ocurrido, sólo quieren la estúpida normalidad que ellos mismos han creado.

Drowned (EDITANDO)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon