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Chase
Capítulo 14:

Entro como loco al hospital en busca de mi abuela. Me encuentro con Danna y mi padre, me dicen que le han llevado a la habitación para su relación, todavía no saben nada, pero Tyler ha entrado con los médicos. Tomamos asiento al igual que ellos. Sostengo mi cabeza con las manos, mientras apoyo los codos en las piernas. ¿Cómo las mejores vacaciones terminaron así? Todo estaba bien, y nunca se quejó de nada, a no ser que en su ley de autonomía no nos dijese sus malestares. No puede ser con mi abuela. Suelto el aire con brusquedad, odio estar con dudas, sin saber nada, aún es pronto y le están atendiendo, pero no puedo evitar que la frustración me embargue. Danna se encarga de llamar a los que se quedaron en la casa, ellas les avisará cualquier noticia.

—Chase —miro a Alessia. —Deberías llamar a tu madre, sin importar nuestra situación, es su hija, y a mi me gustaría que me informaran.

—No sé si esté en la ciudad. —Murmuro. —Tampoco quiero escándalos.

—Pero igual, no pierdes nada con llamarle. Ponte en su lugar, si nos ocurriera algo a cualquiera de nosotros, querrías que te avisaran, ¿No?

—Bien, lo voy a hacer. —Tomo su mano y deposito un beso.

Me levanto del sillón para hacer la llamada. Alessia no deja de sorprenderme, yo ni siquiera había pensado en mi madre, pero ella sí. Su corazón es tan puro, que no tiene lugar de resentimiento.

Mi madre coge el móvil al tercer tono, después de dos intentos.

— ¿Ya recuerdas que tienes madre? —Me paso la mano por la cara. altanera y superior como siempre.

—No te llamo porque quiera, y menos escucharte decir tonterías. —Digo en tono hostil. —Mi abuela está internada en el hospital, por si quieres venir. Estamos en Chicago en el Memorial, adiós.

Toco el botón rojo para cortar, no estoy para discusiones. Los nervios pueden conmigo, y no quiero decir algo de lo que pueda arrepentirme. Regreso a la sala de espera para retomar mi sitio. Les aviso que mi madre puede aparecer, para que estén prevenidos, evitar confrontaciones, y si ella llega a la defensiva, hacer caso omiso a lo que pueda decir.

— ¿Quieres dormir un poco? —Le pregunto a la hermosa mujer que se encuentra a mi lado. —Si quieres te recuestas en mi hombro y descansas algo.

—No, Chase. Yo no voy a cerrar los ojos hasta que nos den noticias de la señora Davies. —Musita con seguridad, y la preocupación pintada en su mirada. — ¿Podemos ir por un café?

—Claro, solo déjame preguntarle a Danna y mi padre si ellos quieren también.

Danna se ofrece a ir conmigo a la cafetería, por café para todos, así papá puede hacerse cargo por si algo sucede, y Alessia descansa, pues no soy el único que nota su desgane. Al llegar, hacemos el pedido muy rápido, pero debemos esperar a que lo preparen. Por lo cual, tomamos lugar en las mesas. Descanso la cabeza sobre mis brazos, usando la mesa como soporte.

— ¿Crees que sea algo muy grave? —me pregunta mi hermana, y alzo mi mirada para verle.

—Deseo que no, espero que todo quede en un susto. De todo corazón, necesito que no sea nada grave, no sabría que hacer en el caso contrario, Danna.

—Están tardando mucho en decirnos lo que sucede, tengo mucho miedo, Chase. Porque perdimos mucho tiempo de estar con la abuela, por culpa de nuestra madre. No quiero que le ocurra algo malo ahora que estamos tan bien con ella. No quiero perderla sin haberle dado todo el amor que merece.

—Ven —extiendo mis manos para que coloque las suyas. —Te aseguro que ella lo sabe, sabe el aprecio que le tenemos. Tú eras muy pequeña como para desobedecer, pero yo sí le miraba, pese a la restricción, y mira que era muy obediente. Yo le hablaba de ti, y lo que hacíamos. Créeme que ella no tiene dudas de que le adoramos. Y se lo diremos, en cuanto podamos verle.

Ámame una vez más. (2° BILOGÍA ÁMAME)Where stories live. Discover now