Killing Innocent.

Capítulo 5.

Este capítulo tiene contenido sensible, si no te gusta este tipo de lectura te recomiendo que no leas, gracias.

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En un abrir y cerrar de ojos Ian llegó encrespado hacia la chica jalandola del cabello. Yo...con lágrimas en los ojos implore que la dejara ir, pero el solo reía como un maldito demente, era tan molesto que solo se oía el eco de su risa por todo el sótano. Ian paro de reír haciendo su mismo rostro inexpresivo de siempre.

-¿Por qué súplicas por la vida de está asquerosa?- preguntó desconcertado.

Yo solo me quedé en silencio, no sabía cómo responder a su pregunta, pero es tan obvio que cualquiera lo haría. La chica pelirroja solo me miraba con un poco de esperanza en sus ojos llorosos e hinchados esperando que hiciera algo pero yo en realidad no podía nada, además de que mi cuerpo se encontraba totalmente helado las cadenas son demasiado resistentes e Ian es demasiado fuerte, en un abrir y cerrar de ojos el me mataría. Mierda que hago...

-Por favor, no la mates...- Sollocé suplicando.

Ian por un segundo me miró alternado soltando una pequeña risilla cínica- Está bien, la dejaré ir- dijo soltando el cabello de la pelirroja.

Un pizca de alivio se sintió en mi pecho, pero esa pizca de alivio de desmoronó al escuchar la fuerte risa de Ian.

-En serio eres demasiado ingenuo-dijo mientras seguía riendo- ¿De verdad creíste que la dejaría ir?, ya entiendo por qué no le gustaste a Jair o como se llam...

-Ian...p-por f-f-favor, nnno lo ha-gas- imploró la chica pelirroja quedándose sin aliento, debilitada e indefensa.

Ian empujó abruptamente a la chica dejándola caer al suelo, ella soltó un gemido del dolor y comenzó a suplicar desesperadamente a Ian que la dejará vivir. El sin pensarlo tomo las tijeras de cocodrilo acercándose abruptamente a ella, encendió las tijeras y virtiginosamente las coloco en uno de sus pezones, la chica comenzó a gritar del dolor y desesperación intentando zafarse de las cuerdas que ataban sus manos y pies. De pronto tomo el tubo metálico y un aceite de cocina, dejó caer el chorro de aceite virtiendolo en todo el tubo y finalmente lo encendió penetrando el tubo dentro de su vagina.

El lamento y gritos de la chica hacían eco por todo el sótano, yo estoy totalmente helado y perturbado, tiritando de frío y miedo a la vez, no podía moverme, todo lo que estoy presenciando me dejó completamente traumatizado, Ian está verdaderamente desquiciado, es un verdadero psicópata sin escrúpulos. No quería seguir escuchando los gritos de la pobre chica desgarrando se del dolor, lo único que hice fue tapar mis oídos con las manos mientras lloraba. La chica pelirroja comenzó a desangrarse lentamente, su sangre se esparcía por todo el piso poco a poco. Mierda, creo que voy a vomitar.

Repentinamente la chica comenzó a convulsionar de manera abrupta, suplicando a Ian que la salvará. "¡Ian, ayudame!"-exclamaba la chica. Pero el solo la miraba con ese mismo rostro indiferente mientras fumaba tranquilamente de su cigarro. La chica pelirroja de repente dejo de moverse, Ian se acercó a ella y puso un oído en su pecho para verificar si ya había fallecido. Repentinamente la chica aprovecho el momento para hacerle creer a Ian que había muerto pero rápidamente le dio un fuerte cabezazo a Ian.

-¡Déjame ir imbécil!- Exclamó la chica con el rostro ensangrentado tratando de zafarse de las cuerdas.

Ian impetuosamente tomo con sus dos manos el cuello de la chica ahorcando la sin piedad. Yo gatee hacia el para apartarlo de ella pero las cadenas no me lo permitían, tiré y tiré las cadenas de mis manos y pies pero era inútil sacarlos. Finalmente la chica dejó de moverse, Ian aparto lentamente sus manos de ella y gruño soltando un suspiro.