Capitulo 4. El verdadero Ian Jones.

47 1 0
                                    

Abrí mis ojos de golpe reaccionando al crudo recuerdo de ser secuestrado, escudriñando la estancia en la que me encontraba, pero todo era vislumbrante, oscurantismo y borrosidad en mi entorno. Comenzaron a doler mis ojos ya que estaba forzando mucho la vista, froté mis ojos pero escuché el sonido del movimiento de unas cadenas.—¿Qué?— Mascullé. Por qué mis manos estan encadenadas y no solo eso, mis pies también estaban encadenadas hacia un tubo de metal que conectaba del suelo a la pared; y lo peor es que el grosor del tubo de metal es demasiado grueso y resistente. Comencé a tener frío, empecé a tiritar y la piel se hizo de gallina.

Cuando acordé, fijé mi vista en todo mi cuerpo.—Qué rayos— Musité confuso. Estoy desnudo, y lo único que podía cubrirme un poco del frío cuarto eran las pantaletas negras de encaje para mujer que tengo puestos, que por cierto nosé como llegaron ahí.

Comencé a escuchar pasos en la parte superior, supongo que estoy en el sótano de una casa. Los pasos cada vez se oían más cercanos y mi ritmo cardíaco comenzó a acelerarse, empecé a sentir pánico asimilando todo lo que estaba pasando e intentando liberar mis pies de las fuertes cadenas de metal. De pronto se escuchó el perceptible sonido de una puerta que se abría rechinando y después se cerró de un fuerte portazo. Rechinidos qué provenían de unas escaleras se aproximaba en pasos sigilosos, luego los pasos se escuchaban cada vez más cerca, pero no podía ver nada por la oscuridad y lo poco cegado que estoy. De pronto una deslumbrante luz de un foco que se encendió repentinamente cegó más mi visión, rápidamente cerré mis ojos y los cubrí con mi antebrazo. Entre abrí los ojos y lentamente bajé mis brazos quedando totalmente en shock.

—¿¡Ian!?— Murmuré con voz temblorosa. Un miedo incontrolable emanaba por todo mi cuerpo. Nunca pensé ser secuestrado por Ian, me lo esperaba más de Jack pero de Ian Jamás.

—¿Qué?, ¿Sorprendido?— Dijo cínicamente mostrando una satisfecha sonrisa psicópata.—Supongo que la droga hizo que olvidarás lo que pasó.

—¿Por qué?...— Pregunté quedándome sin aliento.

—¿Por qué, qué?— Respondió con simpleza.

—¿Por qué me haz secuestrado?, ¿por qué estoy encadenado?, ¿qué hago aquí?, ¿dónde estoy? y principalmente... ¿por qué tengo ropa interior de mujer?— Inquirí luctuoso. Todas esas preguntas virtiginosas me atormentaban desde que desperté, ahora siento una pizca de libertad, no literalmente, aunque aún así un montón de preguntas seguían rondando por mi cabeza.

Ian comenzó a indagar en una mesa de construcción con herramientas encima ignorando totalmente todas mis preguntas. Realmente no sé que pretende pero estoy totalmente seguro que no es nada bueno, aún seguía observando a Ian con recelo, de pronto noté que tomó algunas herramientas dirigiéndose hacia a mi, le temía tanto a Ian así que decidí retroceder de el hasta chocar mi espalda contra la pared tomándole menos importancia lo fría que está.

—Dime, ¿cuál prefieres?— dijo arqueando una ceja mientras sostenía en cada mano una herramienta.— Estás dos son mis favoritas, por ejemplo está— extendió la herramienta que sostenía en la mano izquierda.— Son tijeras de cocodrilo, son de hierro y tienen dos cuchillas semicilíndricas que cuando se cierran forman un tubo laaaargo... y estrecho, el interior está lleno de púas y dientes afilados, ¡Y la mejor parte es!— dijo con un tono cínicamente alegre— Estás se calientan y hierven para ponerlas en el pene erecto y así ser arrancado.— dijo con una sonrisa psicopata— ¡No tienes idea de lo difícil que fue conseguirlas!, Estás tijeras se usaban y torturaban en la época medieval en europa.— Agregó mientras reía de una forma enfermiza— O, ¿prefieres algo más simple?, ¿ves este simple tubo metálico?— dijo mientras extendía la herramienta en su mano derecha— Este simple tubo se inserta en el ano, una vez encendido este comienza a hervir dentro de tu ano provocando serías quemaduras desangrándote lentamente hasta morir, ahora dime, ¿Cuál prefieres?.

Me quedé totalmente atónito, incluso no podía respirar correctamente, quedé en shock y totalmente traumatizado, no puedo lidiar con todo esto. Realmente siempre quise suicidarme o que me mataran pero de la forma más fácil y menos dolorosa posible, pero a la vez me aterraba morir, es por eso que nunca me atrevía. Tragué saliva deduciendo toda la enferma y retorcida información de Ian.— ¿Por qué quieres matarme?, ¿Qué fue lo que te hice?— Sollocé. Además me rompió el corazón en mil pedazos haber sido secuestrado por Ian y el que quiera asesinarme.

—Mira, tenía la más mínima intención de matarte, de hecho no quiero matarte— Dijo con simpleza mientras se rascaba la nuca con las tijeras de cocodrilo— Pero aún así tengo que hacerlo, no me queda más opción.

—¡Dime de una puta vez!, ¿Por qué quieres matarme?— Exclamé.

—¿En realidad quieres saberlo?— Dijo con una sonrisa maliciosa dibujada en su rostro.

Asentí con la cabeza y lágrimas en los ojos.

—Jack me lo ordenó.— Encaró imposible.

—Qué...— Hablé entre dientes. ¿Realmente esto está pasando?, ¿No es un sueño?. Las preguntas llegaron a mi cabeza atormentando severamente mi mente, estoy totalmente confundido y aturdido, yo simplemente no podía analizar lo que Ian dijo, mi mente se encuentra completamente en blanco.

—No te sorprendas, sabías que Jack haría algo así— Respondió como si nada e impasible. De pronto comenzó a acercarse hacia a mi con un rostro totalmente intenso.—Te enamoraste de un hombre malo Antony.

—Y-yo no estoy enamorado de Jack— Dije con la cabeza agachada.

—¡Ahg!, Me da igual solo arruinas el momento— Gruñó con arrogancia.—¿Quieres saber por qué me lo ordeno?— Agregó.

Asentí con la cabeza agachada y con los labios fruncidos.

—Jack de alguna forma descubrió que yo asesino gente, ¿Cómo?, No lo sé— Frunció el ceño mientras se acercaba más a mi.

Traté de retroceder pero era imposible ya que estaba hasta el tope.

—Y negoció conmigo, el dijo que se  mantendría callado si a cambio yo te mataba a ti por qué el no tenía el valor de hacerlo, dijo que tenía pruebas sobre mi, así que no tuve más opción que aceptar su propuesta— Dijo retomando la conversación.

No sabía si lo que decía Ian era verdad o mentira o simplemente un capricho suyo, perdí completamente el control y comencé a tirar las cadenas que rodeaban mis pies hasta sangrar pero fue imposible que se rompieran o me zafarme.—¡Ayuda!, ¡Alguien que me ayude!, ¡Ayuda!— Grité sin parar varias veces seguidas, pero al parecer nadie me escuchaba.

—Es inútil— Dijo mientras se agachaba recargando sus antebrazos rodillas frente a mi— Las cadenas son de el metal más fuerte y resistente, se llama Grasofeno, son diez veces más fuertes que el acero y son ¡muy caros!, y en cuanto a tus gritos de auxilió— Dijo haciendo énfasis en "auxilió" con sus dedos— Nadie podrá escucharte, el sótano es a prueba de sonido, a mi padre le gustaba trabajar en paz aquí abajo.

—¿Qué mierda estás diciendo?, ¡Déjame ir enfermo!— Exclamé. De pronto un repentino puño golpeó mi rostro con tanta fuerza, tanto que mi cabeza casi se torcía y comencé a vacilar.

—¡Cállate mierda!, ¿crees que un insignificante homo puede decirme lo  que tengo que hacer?— Gritó abruptamente estirando mi cabello.

—A-yu-da— Una voz femenina susurró adentrándose en nuestros tímpanos.

—¡Ahg!, Otra vez esa perra— Gruñó. Ian me empujó soltando mi cabello, se levantó virtiginosamente y se dirigió hacia una chica con moretones, sangre en todo el cuerpo, completamente desnuda, pelirroja, de ojos verdes. Mierda, esa chica... es la que apareció en las noticias.—¡No!, ¡Déjala, no la lastimes!— Exclamé con lágrimas en los ojos.

(...)

Hola!, solo quería informarles que he cambiado el nombre ya que el anterior era demasiado largo, espero que disfruten este capítulo ❤️🙂

Killing Innocent.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora