Capitulo 3. ¿Traición?

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Desperté estirando los brazos al airedejando salir un bostezo. Me levanté de la cama y caminé hacia al baño con mucha flojera, sentía lagañas en los ojos, la cara demacrada y sucio así que me desnudé dejando caer la ropa al suelo y abrí el agua caliente, espere a que se calentará y me adentre a la tina.

Salí de la ducha con unos pantalones puestos mientras secaba mi cabello con una toalla, me dirigí al pequeño armario que se encontraba a un lado del televisor. Lo abrí para buscar un suéter y una chamarra ya que está en temporada de invierno. Después encendí el televisor y me senté en la cama para ponerme mis converse negros; mientras escuchaba las noticias.

"Mientras tanto en el reportaje de hoy, hace cinco días ocurrió una desaparición de una joven adolescente de aproximadamente diecisiete años de edad, cabello rojo, ojos verdes y de una estatura de 1.57 cm, si la llegan a ver marquen a este número". Fijé la mirada al televisor que mostraba la fotografia de la chica desaparecida.

Me levanté de la cama, apagué el televisor sin tomarle más importancia al reportaje y salí del departamento con mi mochila en los hombros dirigiéndome a la preparatoria, coloqué mis audífonos a los oídos dejándome llevar a la melodía de la canción.

(...)

Guardé mis cosas en el locker y solo tomé los libros que necesitaría para la próxima clase, cerré el locker y fijé mi mirada a un grupo de amigos que no paraban de reír, pero noté al chico alto y guapo a la larga estancia en la que es encontraba, era Ian; lo más lindo que vi este día fue su sonrisa, sus dientes blanquecinos y la forma dibujada en sus labios. Segundos después Ian notó mi mirada lo cual estaba muy centrada en el como si fuese el único existente en la tierra, el me miró sin expresión alguna, como siempre lo hacía, de inmediato agaché la mirada y comencé a sonrojarme, me di la vuelta fingiendo como si no lo hubiera visto dirigiéndome a mi aula respectiva.

Me senté en mi escritorio dejando caer mi mochila al suelo que estaba sobre mi hombro. Han pasado cinco días desde que Ian me defendió en esa pelea y desde ese día comenzó a gustarme, hay veces en que lo miro y el siquiera me nota; una vez me le acerque e intenté hablar con él pero fue inútil, el solo me ignoró. Quisiera hallar una forma de acercarme y por fin hablarle, pero la vergüenza se apodera.

De pronto se comenzaron a oír risas qué provenían del marco de la puerta del salón, fijé mi mirada y note que eran Jack y sus amigos, ellos solo me miraban con tal desprecio y desagrado como si fuese el bicho más raro y asqueroso de la tierra. Pero de alguna forma ya no me molestaba tanto ya que dejaron de molestarme desde aquel día que Ian les dió su merecido.

La maestra entró al salón y todos comenzaron a sentarse a sus escritorios respectivos.

-¡Haber bola de flojos vamos a iniciar con la clase!- Anunció la maestra para que todos se callaran.

(...)

Por fin terminaron las primeras clases y sonó el timbre de receso.

-Pueden salir muchachos- Dijo el maestro. Todos se levantaron de sus asientos para salir al receso, estaba por salir del aula hasta que -Menos tu Antony.-De pronto todos comenzaron a hacer el típico sonido de "Uhhhh" cuando alguien está en problemas. Me dirigí hacia el maestro que se encontraba sentado en su escritorio con sus lentes puestos y su mirada fija a una hoja.

-¿Pasa algo?- Pregunté inquieto y en voz baja.

-Estaba checando la lista y me di cuenta que vas muy mal en tus calificaciones, dime... ¿pasa algo en tu casa o en tu vida social?.

-¿Por qué lo pregunta?- Arqueé las cejas.

-Es que... Hace días vi un moretón en tu cara- respondió mientras se cruzaba de brazos.

Yo solo me quedé en silencio, no quiero meter a Ian y a los demás involucrados en problemas.

-Olvidalo- dijo confuso- solo... Esfuérzate más y participa en las clase, puedes irte- dijo mientras movía su mano como si estuviese espantando moscas en un plato de comida.

Salí muy aturdido del salón y me dirigí a los casilleros, abrí el mío y guarde un par de libros, por instinto fijé mi mirada hacia al final del pasillo para ver si veía a Ian y acerté. Hablaba con un chico pero ese chico nunca lo había visto con el y no lo podía reconocer por qué estaba de espaldas. Escondí mi rostro con la puertilla del casillero para que no me notarán, vi que se dieron la mano como despedida o como si hubiesen negociado, el chico de chamarra de cuero de giró hacia mi dirección y rápidamente escabullí mi rostro para que no se diera cuánta de que los espiaba, segundos después noté que paso detrás de mi, voltee a ver y mis ojos se abrieron como platos al ver a Jack con su sonrisa maliciosa se apoderaba de mi, estaba totalmente aterrado y me pregunté, ¿Por qué Ian con el chico que golpeó?, Perdí de vista a Jack y cerré mi locker.

Me siento traicionado, por qué apesar de que Ian lo enfrentó y me molestó, fue capaz de hablar con el eh incluso tomarse de la mano, cuando a mi, solo me miraba como si fuese un bicho raro y me ignoraba. Sentí como una lágrima salió por si sola. ¿Qué mierda?. Rápidamente me limpié la lágrima y caminé hacia el baño lo más rápido que pude.

-¿Antony?.

Alguien dijo mi nombre y el nombre resonába el eco de mi nombre.

¿Q-Quién es?- Sollocé.

-Ian.

Mierda. Hace días que no he hablado con el que había olvidado su voz.

-Ah...espera- Saqué un poco de papel higiénico y sequé mis lágrimas, tiré el papel con lágrimas a la basura, suspiré y finalmente abrí la puerta- ¿Qué pasa?- dije con la cabeza agachada tratando de responder normal.

-¿Acaso estabas llorando?- preguntó desconcertado.

-N-no, ¿qué pasa?, dime.

Ian sujeto mi mentón y levantó mi rostro, me miró fijamente y yo como siempre comencé a sentirme nervioso y a sonrojarme, Ian se acercó hacia a mi, tomo mi cintura apegandome hacia el, por un momento sentí el grande bulto en mi entre pierna y comencé a excitarme. Nuestras miradas estaban tan cercas que podía sentir su respiración en mis mejillas, era como un sueño que hasta no lo podía creer, de pronto comenzó a acercar sus labios a los míos y automáticamente cerré mis ojos esperando el tacto de sus labios, segundos después me di cuenta que el no me besó, abrí mis ojos y el solo me miraba fijamente con la misma expresión sin sentido como siempre.

-Pfff...-Dijo burlón. De pronto el me soltó y comenzó a reírse de una forma tan humillante- Jajaja... ¿En serio creíste que iba a besarte?- preguntó sínico- Das pena ajena.

Yo solo agaché la mirada sintiendo tanta vergüenza y humillación en mi interior.

-Quita esa cara, no seas ridículo.

Ian salió del baño y yo comencé a llorar de nuevo.

(...)

Terminaron las clases y por fin salí de la preparatoria, y iba en camino hacia el restaurante en el que trabajo, esta vez no tenía para el bus así que tuve que caminar, me adentre a un callejón y como de costumbre iba con la cabeza agachada, seguí caminando hasta que choqué con alguien, tropece y caí al suelo.

-Lo sien...- miré hacia arriba y era Ian con quién había chocado.

-¿Te ayudo?- dijo con su mano extendida.

Asentí con la cabeza, estiré mi brazo, Ian tomo mi mano, me ayudó a levantarme pero rápidamente me giró de espaldas sujetandome con su brazo mientras con la otra colocó un pañuelo blanco en mi nariz, intenté safarme de su agarre pero me era inútil; mis ojos comenzaron a pesar y de pronto todo se volvió oscuro.

(...)

Comencé a abrir mis ojos, pero todo se veía totalmente borroso, todo era vislumbrante, la obscuridad de la noche y las luces que iluminan las calles, volteé y vi a alguien conduciendo pero no reconocí de quién se trataba, mientras tanto yo tenía las manos y pies atados, la boca la tenía cubierta con un pañuelo alrededor de mi boca y cabeza y no podía moverme por la droga. Estoy siendo secuestrado...

Killing Innocent.Where stories live. Discover now