Los Imperiales

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Mirra caminaba al lado de Vince, mantenía la cabeza agachada, no usaba su casco mandaloriano así que no podía darse el lujo de recibir disparos el la cabeza.

— Tenemos que llegar al puesto.— dijo IG desde.— Hay bastante sugeridas asi que tengan cuidado.

— Vamos.— le dijo Vince a Mirra mientras doblaban en una esquina.

La nave era una típica construcción imperial, con las paredes blancas y negras, varias compuertas a los lados y muy iluminada.

Se dirigieron a la base de datos, en ella Mirra montó guardia mientras Vince observaba como IG extraía los datos de celdas y prisiones imperiales.

— El maestro Yannick se encuentra en la prisión de Irlum, las coordenadas dicen que fue llevado hace poco.— dijo IG extrayendo un chip de la base de datos.

Una vez listo todo, comenzaron a devolver por el mismo camino. IG iba adelante, Vince cuidaba la retaguardia y Mirra iba en el medio.

Al doblar se toparon con muchas tropas imperiales, que al verlos comenzaron a disparar, Mirra se refugio detrás de un pilar y Vince en la esquina.

IG comenzó a disparar, derribaba a muchos soldados, pero los imperiales los comenzaron a rodear.

— Váyanse.— dijo IG entregándole el chip a Vince.— Yo los cubriré.

Mirra miró a su droide una ultima vez, antes de salir por la pequeña brecha que hicieron en el techo.
IG cayó al suelo, fulminado por los blasters de los imperiales.

.....

Vince se encontraba en el hangar de la nave, junto con Kira, Kyle y Rayden.
Estaban observando el plano de la prisión de Irlum.

— Tenemos que entrar por el oeste.— dijo Kyle.— Estará menos vacío y será más fácil por las elevaciones del terreno.

— Pero está más lejos de la celda de Yan.— cuestionó Kira.

En ese momento entraron las dos hermanas, Beatrix y Mirra. Ambas con la armadura mandaloriana, solo que Mirra llevaba su casco sujetado por su brazo en diferencia a su hermana que simple lo llevaba colocado.

— Con Bea ya lo discutimos.— dijo Mirra y encendió un holograma de la prisión.— Haremos dos grupos, el primero irán Vince, Beatrix y yo, y en el segundo irán Rayden, Kyle y Kira.

— El primer grupo se dirigirá hacia la celda de Yan, mientras que el segundo creará un distracción y mantendrá a los imperiales ocupados.— continuó Beatrix con su casco mandaloriano rojo sobre su cabeza.

— Muy bien.— bromeo Kyle.— Igual todos moriremos.— se fue del hangar guiñando en ojo derecho.

.....

Vader contemplaba las largas planicies del planeta Irlum, el planeta no presentaba ningún tipo de planta y la prisión se encontraba cercas de las únicas protuberancias del planeta.

Tenía la extraña sensación de que todo saldría como esperaba, estaba seguro que capturaría al otro Jedi, mataría a todos los que se oponían al imperio y sus ideales prevalecerían en la galaxia.

Lo único que no lo dejaba en paz era la poco eficiencia de sus inquisidores, fallaban en varias de sus misiones, había ya perdido a varios, uno en rada, otros dos en los terrenos exteriores.
La única forma de evitar que sus fracasos siguieran pasando, era que supieran que el no perdona la faltas. Mando a llame a la Cuarta Hermana y a sus asesinos.

— Inquisidora.— dijo Darth Vader al verla entrara en el centro de mando seguida de sus asesinos.— Ha fracasado mucho últimamente, tengo que decirle que durante los cinco años del imperio solo ha podido atrapar a un solo Jedi.

— Lo siento mucho, mi lord.— la Cuarta Hermana se arrodilló.

— Yo mismo la entrené.— Vader alzó su mano.— Pero no a sus asesinos.

La Hermana Oscura, la menor de las asesinas, fue atraída a Darth Vader y este le atravesó el sable, la joven asesina calló de rodillas.

— Si vuelves a fallar seguirá tu otro asesino.— la ahorco mediante la fuerza.— Y después seguirás tu.

Los soldados intentaban no mantener la vista fijada en la escena, pero era casi imposible.

— No...uhh.— intentaba decir al Cuarte Hermana mientras están ahorcada.— No volverá.....uhh... a .... pasar.

Vader la dejó caer, la inquisidora tosió bastante antes de recuperar el aliento.

— Espero que no, Inquisidora.— dijo Darth Vader mirándola con aquella máscara fijamente.

La inquisidora dio una reverencia y salió del centro de mando seguida por su único asesino existente.
Vader dio media vuelta y siguió contemplando el paisaje del planeta.

— Retiren el cuerpo.— dijo el almirante al mando.

Los soldados se llevaron el cuerpo inerte de la joven asesina, aún estaba caliente y tenía los ojos abiertos, además una gota de sangre caía por su el costado derecho de su mandíbula.

— Almirante.— llamo.

— Si señor.— dijo con la mirada hacia abajo.

— Manden más tropas a vigilar al Jedi.— ordenó.— Envíen más patrullas a las zonas cercanas, y cualquier movimiento lo reportan.

— Enseguida señor.

....

Caminaba por el templo Jedi, veía a los jóvenes aprendices practicar en el jardín junto al maestro Yoda.
Veía los hermosos y decorados pilares, imponente como troncos y delicados como flores.
Los jedis los saludaban, y los padawans lo miraban con asombro y entusiasmo.
Usaba su antigua ropa de color piel y café oscuro.

— Despierta.— dijo una voz .

Yan se dio vuelta ora ver al propietario de la voz, y vio nada más que a el gran maestro Yoda. Vestido con su bata y bastón típicos.

— Dejar de soñar debes, a los vivos perteneces tú.— dijo Yoda.

Yan abrió los ojos muy confundido, no había comida desde hace diez días, y no había consumida nada. Las electrocuciones lo tenían devastado hasta su nivel más bajo.
Apresar de todo, lo por era el hecho de que lo iban a usar de carnada para atrapar a sus amigos.

— Por favor.— pensaba Yan.— Por favor Vince, por favor no vengas por mi.

Quería gritar esas palabras, pero sería inútil, solo haría que he la tortura empeore.

Star Wars: THE BROKEN ORDER Where stories live. Discover now