CAPÍTULO 11

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Capítulo 11:
sonreír y suspirar.

El viaje a los campos había terminado. Hoy era un nuevo día, dónde partirían a sus casas, ya que era un peligro que los estudiantes anduvieran con sus pertenencias por ahí. Así que fueron dejándolos cercas de sus casas y el trayecto se hizo más largo.

Era temprano, las nueve de la mañana, este día no tendrían clase, ya que el docente informo sin previo aviso que se entendía la llegada a la escuela.
Las personas del gobierno vendrían ese día a darle el visto bueno a la escuela, para por fin dejarla sin más.

Los alumnos estaban ya en camino a sus casas, solo quedaba esperar su turno. Mikaela estaba como siempre, con audífonos, tranquilo y alerta de alguna cosa.
Cuando se despertó vio como yuu seguía dormido, lo dejó dormir un poco más, en lo que su mente se aclaraba como si de una resaca se tratase. Recordaba como había visto la parte del cuerpo de yuu sin despegar la mirada. Y también recordaba que no se arrepentía de nada, por más avergonzado que estaba, no se arrepentía de nada por qué era una parte del cuerpo nada más, solo eso.
—...

Yuu a su lado, estaba conversando alegremente con shinoa.
—¿Enserio hiciste eso? Nunca te ví hacerlo  y eso que estamos en la misma clase—dijó yuu—
—sí, eso mismo. Le robe sus llaves del bolsillo, nunca se dió cuenta—rio shinoa—pero me dió tanta pena que se las devolví.
Se apenó del pobre maestro.
Yuu se apenó también del hombre y todo los ojos junto con una sonrisa, su amiga no tenía remedio.
Era una chica problemática, no tanto, pero lo era, impulsiva algunas veces pero sería cuando se decidía. Justamente por esas cosas era su amiga, le agradaba que lo apoyará en lo que necesitaba, en sus problemas, y compartía algunos gustos similares.

Quería mucho a shinoa.

Tanto que se olvidaba aveces que estaba comprometido con ella, compromiso que en algún punto tendría que llevarse a cabo.
Guren le haría casarse con ella o sin ella, buscaría a cualquiera de familia buena con tal de tener una descendencia. El mundo de la política y de las clases sociales era complicado y turbio.

Yuu dejó de sonreír un momento, mientras en su cabeza llegaba sus compromisos con los Ichinose y Hiragi. Llegando a ese tema, se pregunto por qué shinoa no parecía molestarle que estuviera comprometida. Un misterio que deseaba saber.
—shinoa...
Ella lo miró sonriente.
—Dime yuu-san.
—...¿Por qué aceptaste el compromiso?
Ella lo miro aún sin tastabilar en su sonrisa, pensó a lo que refería y encontró una respuesta que pensaba no decir tan pronto, almenos pensó que yuu tardaría más en preguntárselo.
— por qué es un deber político, además eres buena persona.
No me imagino el dolor de aguantar a una persona que no esté a mi altura.
Vio como yuu no estaba feliz ni triste, estaba concentrado.
Cosa que cuando pasaba era por qué era tomado en serio, un tema que no era para reir. Pero shinoa en un intento de aliviar su humor, hizo como en cada ocasión; elego su ego y como si fuera una estrella de Hollywood o algún Idol, se hizo destacar para él.

—¡Claro que es así, no cualquiera es digno de la gran shinoa!–rio escandalosamente— así que yuu-san, tienes que trabajar duro si quieres ganarte a esta grandiosa chica. No aceptaré a un prometido inútil.

Yuu rió ante sus ocurrencias, agradeció su repentino humor.
—No soy un inútil si eso quisiste decir, tu deberías tener cuidado de mi., soy alguien muy fuerte.
Le siguió el juego, ella dió una risita, como niña pequeña siguieron jugando.

—¿Tú una persona fuerte? No seas egocéntrico yuu-san. Por lo que me ha dicho el teniente Guren, eres tan fuerte que a los diez años mojaste la cama por una pesadilla y hasta los trece supiste manejar una espada de madera.

"Fué una coincidencia..."Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ