14

70 31 30
                                    

¿Que hubiera pasado si...?

Esa era la gran interrogante que provocaba que se formaran una lluvia de preguntas en mi mente, la mayoría de ellas sin respuestas. Sin embargo la más grande de todas era la siguiente: ¿qué hubiera pasado si tú seguías estando con nosotros?

Nunca me abandonaba aquella duda, ni el sentimiento de impotencia de no haber podido hacer más por ti, de no haberlo evitado...

Para cuando Macarena había cumplido los cuatro años de edad todo había cambiado, en ese transcurso de tiempo aprendí cómo cuidarla sin perder la paciencia, literal, además de que ella ya no era tan inquieta para ese entonces.

Si tan solo alguien me hubiese advertido mucho antes que a esa edad los niños quieren saberlo todo (porque están en la etapa del por qué) no me hubiese tomado tan desprevenido aquella noche en que, sin precio aviso, nuestra hija preguntó sobre ti.



Y entonces la princesa abrazó fuertemente a su madre al llegar al castillo. Y vivieron felices por siempre —pronuncié cerrando el libro de cuentos que acababa de leerle.

—Leéme otro cuento, papi —pidió entre bostezos.

—No, hija, ya es muy tarde y tú debes dormir. —Le acaricié el cabello, eso siempre funcionaba cuando Macarena se rehusaba a dormir.

—Papi, ¿por qué la princesa del cuento tiene una mamá y yo no? —inquirió sin más, tomándome de sorpresa.



Aún no quería hablarle sobre ese tema, era muy pequeña para que lo entendiera y fue por eso que esperaba hacerlo cuando creciera más, por ende, esa pregunta me había descolocado, no sabía cómo decírselo aunque de alguna forma sabía que debía hacerlo, así que tomé el valor suficiente y suspiré a modo de preparación para lo que estaba a punto de decir.

Hubiese preferido haberme preparado para ese momento, aunque en el fondo sabía que nunca lo estaría.

En medio de la lluvia (2)Where stories live. Discover now