Capitulo 5

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Una vida más, una vida menos

Una vida más, una vida menos

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Un año más paso y él nacimiento de un nuevo a llegado, Beatrix Sakamaki se encontraba en la habitación de parto mientras que sus hijos se encontraban jugando en él patio de la mansión.

Unas horas más tarde, Él tercer hijo de la familia o mejor llamado Reiji Sakamaki a nacido.

Ambos rubios miraron con emoción a él bebé, bueno, una más que otro.

-Oh dios mio, ¡están hermoso! -dijo la menor de los gemelos con emoción mientras sonreía y daba leves saltitos.

-Imoto-san, tranquila, es solo un bebé. -dice él rubio mayor con una pisca de celos de en su voz.

-Si, pero es nuestro bebé, lo cuidare y cargare y y y ¡ahhh!, ¡están lindo! -dice la rubia al ver como el pequeño Reiji estendia una de sus manitos hacia ella.

La rubia miraba con emoción a el bebé él cual se encontraba mirándola, ignorando él hecho que se trata de uno de los vampiros más sádicos cuando crezca.

Él rubio fruncio él seño con enojo y se cruzo de brazos mientras hacia un punchero.

-Es ingusto, Imoto-san quiere más a ese niño que a mi. -penso él rubio mientras hacia un berrinche mental.

La madre de ambos entro por la puerta llamando la atención de ambos rubios, la rubia menor tosió levemente para luego hacer una reverencia ante a su madre junto a el rubio.

-Buenas noches madre. -dice la rubia menor junto a él rubio mientras sonreían levemente.

-Queridos hijos, ¿no deberían estar estudiando? -le pregunto su extricta madre con seriedad mientras los miraba fijamente.

Ambos rubios fruncieron él seño.

-Pero madre yo-- -la rubia fue interrumpida por la voz de la rubia mayor.

-Tu como futura reina y tu Shuu como futuro rey deberían estar estudiando. -dijo la mayor con seriedad mientras daba un paso hacia delante.

La rubia menor apretó su vestido con enojo, ya había aprendido lo necesario no por nada en su vida pasada como princesa imperial del Obelia fue considerada una genio, también aprendió magia la cual estaba prácticando de nuevo cuando se escapaba de la vista del murciélago que notó unos meses atrás, y en su otra vida pasada había estudiado lo necesario no por nada eran puros 100 los que se ganaba.

Unos simple libros que leyó y memorizó en horas no son nada.

-¿Y que esperan? -dijo la mayor en voz demandante.

Reencarne, ¡¿otra vez?! →DL x PEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora