Último Capítulo.

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—No hagas eso al menos que no quieras llegar al restaurante—Envolvió mi cintura con su brazo y depositó un suave beso en mi cabeza—. Luces hermosa como siempre.
—Gracias—Sonreí.

No nos tardamos mucho en llegar al restaurant porque quedaba a tan solo unas cuadras del edificio. Un señor impecablemente vestido nos ofreció las buenas tardes.

—¿Reservación a nombre de quién?—Preguntó, con un ligero acento británico.
—Zayn Malik—Respondió Zayn.
—Síganme, por favor—Pidió. Lo seguimos hasta una mesa junto a la ventana. Zayn pidió sin siquiera mirar el menú ni consultarme. Yo lo miré con el ceño fruncido cuando el camarero ya no estaba.
—¿Qué?
—Gracias por preguntarme qué quería comer.
—Solo confía en mí—Dijo al mismo tiempo que me regalaba una hermosa sonrisa y su mano se entrelazaba con la mía. No pude evitar sonreírle de vuelta y que el enojo se fuera volando. 
—Está bien, Malik, te salvas de ésta—Le advertí, él negó con la cabeza riendo.
—Voy al baño, vuelvo enseguida—Murmuró y se levantó de la mesa, desapareciendo en el pasillo que daba a los baños. Yo suspiré y empecé a jugar con la trenza que me había hecho en el cabello. Tres minutos después el camarero dejó una pequeña carta con una rosa roja encima. Yo lo miré extrañada.
—Disculpe, ¿qué es esto?
—Me disculpará, señorita, pero no sé lo que dice, debería leerla—Me dijo con una sonrisa y se fue. Yo miré el sobre y la rosa, quizás había sido un error, pero cuando vi mi nombre escrito en él me di cuenta de que no lo era. 

Lo abrí con dedos temblorosos, presa de la emoción.

"Querida Perrie, en realidad no he ido al baño como te dije, me he escondido de ti. ¿Te gusta jugar al escondite? A mí sí, recuerdo que jugando a eso dimos nuestro primer beso, y lo mejor es que fuiste tú la encargada de ser la primera. A ver si me encuentras. ¿Te gusta la rosa? Creo que sus pétalos rojos la hacen perfecta.

Me mordí el labio sonriendo como una estúpida. Dejé la cartita sobre la mesa. ¿Al escondite? ¿Y cómo suponía él que lo encontraría?

Releí la carta y me fijé que las palabras "pétalos" y "perfecta" estaban más oscuras en la carta que las otras palabras.

Pétalos...

Una bombilla imaginaria se encendió arriba de mi cabeza y tomé la rosa. Me fijé en cada uno de los pétalos hasta que encontré uno con marcador negro encima. Sonreí y lo arranqué de la flor.

"Sube las escaleras"

Levanté mi mirada y recorrí el lugar. Unas escaleras en forma de espiral llevaban hasta un lugar que no alcanzaba a distinguir. Me levanté de la mesa y con cuidado me acerqué a ellas. Las subí lo más rápido que mis tacones me permitieron. Llegué a una puerta con una papelito color pastel pegado. Lo arranqué y lo desdoblé.

"Los recuerdos se atesoran en cofres como verdaderos tesoros. ¿Por qué no entras?"

No entendí a qué se refería con eso, pero de todos modos entré. La habitación estaba oscura y solo era iluminada por la luz de la luna, cuyo reflejo se acentuaba en una pequeña cajita que estaba en el suelo. Una enorme sonrisa adornó mi cara cuando me di cuenta de que se la había regalado a Zayn en su cumpleaños número ocho luego de que se quejara de no tener dónde guardar su canica. Era una cajita pequeña y simple, que podría simplemente significar mucho. Me acerqué a ella y la levanté del suelo, abriéndola con cuidado.

Con la luz de la luna de apoyo pude divisar dentro un anillo. Tragué con dificultad mientras lo sacaba de la caja. Era un hermoso anillo que se entrelazaba dos veces antes de terminar con un pequeño diamante en forma de corazón al centro. Todo el aire abandonó mi cuerpo.

—El doble cruce del anillo simboliza las vidas de dos personas, y el diamante significa amor. El cruce doble significa que te elegiría en ésta y en otra vida, siempre, porque te amo—Escuché a mis espaldas. Mi corazón se detuvo y ni siquiera pude voltearme a mirarlo. Sentía las lágrimas abordando mis ojos. Las manos de Zayn me envolvieron por detrás y su rostro se escondió en mi cuello—. Te amo, y te amaré siempre a pesar de todo, no sé lo que me hiciste,Perrie, pero me gustaría que cuando terminemos la universidad te casaras conmigo. Sé que aún faltan algunos años, pero quiero hacer esto ahora, saber desde ya que voy a obtener un sí por respuesta.

Yo me giré y lo abracé con fuerza, sin poder contener las lágrimas.

—Eres un tonto, Zayn—Dije entre sollozos—. Mira lo que me haces. ¡Por supuesto que sí! Haría cualquier cosa que significara estar contigo, siempre.
—Te amo, preciosa, no sabes lo feliz que me haces—Me dijo y me dio unas vueltas en el aire mientras yo reía. Cuando mis pies tocaron el piso lo besé con fuerza: nuestros labios danzando un dulce baile que ambos conocía tan bien. Zayn se separó con cuidado y cogió el anillo de mi mano. Se arrodilló frente a mí haciéndome llorar aún más. Cogió mi mano y sin despegar su mirada de la mía me puso el anillo en el dedo anular. Se levantó y me abrazó con fuerza—. No llores...
—No me pidas eso—Gemí—, sabes que soy sensible.
—Lo sé, me encantas, Perrie, te amo.
—También te amo—Susurré y por primera vez nos besamos oficialmente como comprometidos. 

The Babysitter » zerrie.Where stories live. Discover now